Todo empezó con un tuit, probablemente. El viral y la posterior cobertura en los medios pusieron sobre el mapa el castillo de Matrera, una fortaleza del siglo IX cuya desastrosa restauración llegó con sorna a los diarios internacionales. Pasadas las burlas, el proyecto ganó un premio internacional de arquitectura.
La Torre de Pajarete es el emblema del municipio de Villamartín (Cádiz) y un bien de interés histórico y cultural. Estaba en ruinas. La última bóveda se derrumbó el 2013 a causa de las lluvias, y el dueño de la finca (el castillo está en propiedad privada) encargó al arquitecto Carlos Quevedo su restauración. El trabajo, que consistió en levantar una caja blanca de la altura original del castillo y revestirla con los restos del muro, fue comparado con la restauración del famoso eccehomo de Borja.
Ahora Quevedo y su estudio Carquero Arquitectura han sido reconocidos con el premio de Architizer en la categoría “preservación” por su labor con el castillo de Matrera. El premio no cuenta con ninguna dotación económica, pero tiene un gran prestigio internacional. Y la polémica no ha podido influir en la decisión: Carquero se presentó al certamen en enero, antes de que su proyecto se hiciera viral. Un jurado de profesionales puso al castillo entre los cinco finalistas y una encuesta pública lo encumbró con el 52% de los votos.
La comunidad de Gizmodo está dividida con el asunto. Mi pregunta es: por qué lo llaman restauración cuando quieren decir “el castillo estaba hecho unos zorros y vamos a exponer las ruinas en una pared blanca”. [Architizer]
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