
Tanto si tienes gato como si no, seguramente te habrás dado cuenta de que a los pequeños felinos les encanta golpear y/o abofetear todo tipo de cosas (y personas) pero, ¿qué demonios les lleva a parecer boxeadores la mayor parte del día?
Tal y como explican en AnimalPath.org, la clave está en las patas de los animales. Se trata del lugar donde los gatos tienen receptores nerviosos que les ayudan a procesar la información sensorial. De esta forma, cuando golpean algo, están usando dichos receptores para descubrir qué es.
Además, a los gatos también les gusta jugar con su comida, por lo que también resulta natural que golpeen las cosas que podrían terminar siendo una presa. Como cuenta la veterinaria H. Ellen Whiteley en HowStuffWorks:
Los instintos de tu gato le dicen que el pisapapeles o la chuchería podrían resultar ser un ratón. Empujarlo con su pata lo haría correr, dándole un buen entretenimiento (y posiblemente un buen almuerzo).
En cuanto a golpearnos a nosotros o incluso a otros gatos, en ese caso suele significar un momento divertido, de hecho, esa es la idea de pasarlo bien de un gato. Por supuesto, siempre que los golpes no lleguen acompañados de esa señal de alerta que hacen en forma de silbidos o arañazos que nos indica que están marcando algún tipo de territorio. [AnimalPath via Mental Floss]