
Hace unos años contábamos la verdadera historia sobre el mito de la sangre dulce, en esencia, por qué los mosquitos pican a unas personas y a otras no (o eso parece). Al igual que entonces, malas noticias, porque si bien hay razones e indicios, no hay mucho que podamos hacer si te pican con frecuencia.
Y es que precisamente del tema que tratamos en 2017 va una de las últimas piezas de los chicos de Science Insider, basados a su vez en los estudios de Timothy Winegard a través de su libro The Mosquito, donde explora qué factores hacen a una persona más atractiva que otra para los insectos.
En primer lugar, desde Insider recuerdan que no hay ninguna verdad en los numerosos mitos que abundan y que hablan de una preferencia hacia las mujeres sobre los hombres, o hacia las rubias y las pelirrojas frente a las que tienen el cabello más oscuro. Por el contrario, es cierto que los insectos tienen objetivos “favoritos” con los que pegarse un banquete.
Por ejemplo, el tipo de sangre O parece ser la cosecha preferida sobre los tipos A y B o su mezcla. Normalmente y según los estudios, las personas con tipo de sangre O sufren el doble de picaduras que aquellas con tipo A, y el tipo B cae en algún punto intermedio.
Aquellos que tienen niveles naturales más altos de ciertos químicos en su piel, particularmente el ácido láctico, parecen ser más atractivos. A partir de estos elementos, el insecto puede analizar qué tipo de sangre eres. Además, estos son los mismos químicos que determinan el nivel individual de bacterias que tenemos en la piel junto a un olor corporal único.
Si bien este no será el artículo donde promocionemos el mal olor, ser algo rancio no es tan malo si hablamos del ataque de los mosquitos, ya que aumenta los niveles de bacterias en la piel, lo que te hace menos atractivo para los insectos. Sin embargo, e irónicamente, las bacterias se vuelven en nuestra contra cuando hablamos de los pies. Ese “olor a queso” es especialmente apetitoso para los mosquitos.
Por cierto, estos vampiros también se siente atraídos por desodorantes, perfumes, jabones y otras fragancias que solemos aplicarnos.
¿Y el mito de la cerveza? Cierto. Cerveza y alcohol, según un estudio, tienen correlación con las picaduras de mosquito (posiblemente porque el alcohol eleva la temperatura corporal e incrementa la proporción de etanol en el sudor).

Usar colores brillantes tampoco es una elección acertada, ya que caza tanto por la vista como por el olfato, esto último depende principalmente de la cantidad de dióxido de carbono exhalado. Dicho de otra forma, tu forma de respirar puede ser un imán para los mosquitos y ponerte en riesgo de picaduras.
Por ejemplo, las personas con el ritmo metabólico más elevado, personas de mayor tamaño, o mujeres embarazadas, exhalan mas dióxido de carbono y suelen ser un objetivo. Cuando haces ejercicio emites más dióxido de carbono a través de la frecuencia de la respiración y la salida. También sudas, liberando esos apetitosos químicos, principalmente ácido láctico, que atraen la atención del mosquito, quien puede detectarlo a 60 metros de distancia.
Y tras todo lo dicho, desafortunadamente, el 85% de lo que te hace atractivo para los mosquitos está seguirá estando en tu circuito genético, ya sea de tipo sanguíneo, químico natural, bacterias, niveles de CO2, metabolismo o hedor. Por tanto, al final del día no tengas ninguna duda de que encontrarán sangre en cualquier oportunidad que se les presente. [Science Insider]