El acuerdo por parte de la comunidad científica de que la actividad del ser humano en el planeta está provocando un calentamiento en el mismo es más o menos unánime, algunos incluso van más allá y predicen una nueva extinción masiva. Dicho eso ¿Cómo es posible que siga habiendo inviernos muy fríos y veranos lluviosos?
La mayoría de personas, de manera intuitiva, tienden a pensar en el tiempo en términos absolutos. A mayores temperaturas, más calor, y cuanto menos, más lluvias y más frío. La realidad, como suele ocurrir, algo más compleja.
Por qué ocurre
Un estudio publicado en Nature Climate Change, recoge algunas de estas cuestiones y ha expresado algunas de las mejores previsiones hasta la fecha sobre el clima en la Tierra para el año 2100. Lo más interesante del estudio, y lo que ayuda a entender cómo es posible que sigan existiendo inviernos fríos y veranos muy húmedos, es que esas previsiones las realiza mediante simples probabilidades.
En el año 2100 seguirá habiendo inviernos fríos y veranos húmedos
Dicho de otro modo, cada estación “normal” bajo el modelo climatológico actual tiene una serie de probabilidades asociadas. En la gráfica de arriba puede verse el histórico, representado por una línea negra, y una zona sombreada que representa la variabilidad. Puede verse como conforme la línea se aleja en el tiempo aumenta la zona sombreada, indicando más incertidumbre.
El verano de 2015 está siendo especialmente caluroso en diversas partes de España, con temperaturas récord en varias ciudades. Pero del mismo modo que la presencia de inviernos fríos no elimina la existencia del calentamiento global, la de veranos cálidos por sí sola tampoco lo justifica, siempre son variaciones normales dentro de un patrón.
Ese patrón, expresado con los perceptibles rojo y azul de la gráfica superior, es el que preocupa a los científicos. En 2100 un verano especialmente caluroso como este ocurrirá el 90% de las veces, y un verano más húmedo de lo habitual será raro pero todavía posible, con un 20% de posibilidades (y sí, los porcentajes no coinciden porque no dependen el uno del otro).
La cuestión es que del mismo modo que los veranos más cálidos serán mucho más frecuentes los inviernos muy, muy fríos serán mucho más raros. Por ejemplo el invierno de 2009/2010 en Reino Unido, uno de los más fríos que se conocen, sólo tendrá un 0,6% de posibilidades de ocurrir para el año 2100.
El resumen: para evaluar el calentamiento global la “lupa” no puede tener muchos aumentos y es preferible en su lugar evaluar la tendencia como una probabilidad y teniendo en cuenta periodos de tiempo (un siglo, por ejemplo) que aunque a nosotros nos parecen elevados son apenas un parpadeo en los 4 mil y medio millones de años que tiene nuestro querido planeta. [vía Phys.org]
Imagen: RomGams/Shutterstock
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