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Probamos la Xbox One S: esto es lo que la Xbox debió haber sido desde el principio

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Todas las imágenes: Alex Cranz/Gizmodo
Todas las imágenes: Alex Cranz/Gizmodo

De todas las quejas que hubo cuando se anunció la Xbox One original, pocas hacían referencia a que no era capaz de soportar 4K. En 2013 a nadie le importaba demasiado el sucesor del HD. No a menos que gastasen mucho dinero en uno de los pocos televisores 4K del momento. Y sí, las mejores consolas siempre han sido “a prueba del futuro” (la PS2 podía reproducir DVDs y la PS3 Blu-Rays) pero en 2013 el 4K todavía se sentía como algo muy lejano.

Tres años más tarde, el panorama de los televisores ha cambiado radicalmente y Microsoft, que ha dejado bien claro que quiere conquistar el centro mismo de tu salón, ha tenido que cambiar con él. Así lo ha hecho su nueva consola, la Xbox One S, que reproduce 4K sin problemas. Es, además, compatible con el nuevo estándar HDR10 y puede reproducir los nuevos BluRay Ultra HD. Es tan “a prueba de futuro”, de hecho, que la mayoría de TVs no podrán aprovechar al máximo la mayoría de sus mejores características hasta dentro de un tiempo. La Xbox One S es una consola que piensa hacia delante en el mercado del gaming y los centros multimedia, es la consola que hubiese deseado ver en 2013.

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Siendo, eso sí, justos con Microsoft, Ultra HD no ha sido un estándar hasta hace poco y HDR10 no era oficial hasta el año pasado.

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Aunque acaba de salir al mercado, no mitiga el hecho de que si eres uno de los 19 millones de usuarios con una Xbox One puede que te sientas algo molesto por esta actualización a mitad de ciclo. En generaciones anteriores necesitabas simplemente una consola. Mantenías tu Xbox hasta que la Xbox 360 saliese al mercado y la Gamecube hasta que la Wii hiciese lo mismo. Más allá de la PS2 Slim y la Xbox 360 Slim no ha habido muchas variantes disponibles, no lo suficientemente diferentes como para que los gamers considerasen que merecía la pena dar el salto.

La Xbox One S sirve como heraldo de una nueva era en las consolas en las que actualizar cada pocos años se convierte en algo casi necesario, y no estoy muy segura de que sea algo bueno. La Xbox One S no es solo una versión reducida de la Xbox One. Tiene mejoras lo suficientemente significativas como para que, desde cada ángulo, sea una mejor compra. Eso implica fastidiar a los early adopters del anterior modelo. Y peor aún, Microsoft ya ha anunciado que una nueva Xbox One muchísimo más potente que esta llegará el próximo año: Project Scorpio. Eso convierte los $300 o $400 dólares que puede costar la Xbox One S (según el disco duro) bastante más complicados de digerir.

Es una pena porque, más allá del ciclo algo absurdo de renovaciones, la Xbox One S es una máquina excelente.

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Aunque soporta 4K conviene mencionar que no es la primera en hacerlo, ese honor va a parar a la diminuta Nvidia Shields de $200 dólares. La Shield, con todo, está enfocada a juegos Android y a hacer streaming desde un PC. Si quieres una experiencia de consola tradicional la Xbox One S es lo que estás buscando. Sunset Overdrive y Red Dead Redemption nunca han lucido mejor que en una Xbox One y hay una mejora apreciable en los mismos juegos cuando se juegan en una televisión UDH que cuando se juegan en una Xbox One con una televisión normal. La caja en sí, con el hardware mejorado, consigue hacer un buen upscaling capaz de mostrar todo más nítido.

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Si quieres juegos que aprovechen al máximo las ventajas de la One S necesitarás esperar hasta últimos de septiembre cuando llegue Forza Horizon 3. U octubre, cuando llegue Gears of War 4. Por ahora las mejoras de la Xbox One S sobre el original se aprecian mejor en otros apartados de entretenimiento, como la reproducción Blu-Ray. Es uno de los mejores centro multimedia, de hecho, que puedes comprar ahora mismo..

Otros, como el Roku 4 por $120 dólares, son más fáciles de navegar y también ofrecen compatibilidad con 4K pero no utilizan UltraHD, que significa la resolución del 4K con la belleza del HDR, una tecnología relativamente nueva que revela todos los detalles a menudo perdidos cuando hay escenas muy brillantes o muy oscuras.

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Si quieres un centro multimedia que pueda hacerse cargo de los mejores streams de Amazon y Netflix para reproducirlo en las mejores televisiones posibles, la Xbox One S es la única opción. HDR solo está soportado por Netflix a día de hoy, aunque a Amazon llegará pronto.

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El Roku 4 carece también de reproducción de BluRay UltraHD. La siguiente generación del BluRay es tan nueva que solo unas pocas películas lo soportan pero el salto en calidad, especialmente en 4K, es demasiado bueno como para ignorarlo. Y va a ser el estándar en el futuro cercano, al fin y al cabo.

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Puse a reproducir Star Trek en la Xbox y en la Xbox One S, la primera con el BluRay estándar y la segunda con Ultra HD Blu-Ray. La diferencia me recordó a cuando se me ensucian las gafas, las limpio y de repente todo se ve de maravilla. Pude apreciar con todo lujo de detalles las cejas de Zachary Quinto y, gracias al HDR, los lens flore tan característicos de JJ Abrams aparecían mejor presentados. Casi consigue que me acabe por gustar ese bodrio de película.

Casi.

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Si miras a lo que te costaría reunir todas estas características a partir de otros gadgets, el precio de la Xbox One S comienza a parecer razonable. Es una Xbox One original de $250, más un Roku de $120 más un buen reproductor de Blu-Ray que va de $320 a $700 dólares. Hay un precio mínimo ahí de $690 dólares todo empaquetado en una caja muy bonita. Es, casi, un ganga. Lo que lo convierte en “Compra Aconsejada” en lugar de “Compra Indudable” es la sombra que proyecta Project Scorpio, la consola de Microsoft que llegará el próximo año con el mismo 4K, HDR y probablemente también VR más algún extra adicional.

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Project Scorpio será, por necesidad, una consola mejor que la Xbox One S. Que a su vez es mejor que la Xbox One. Las mejoras en esta nueva consola son fantásticas pero ¿cuál es el punto detrás de gastarse $300 dólares en una mejora incrementar cuando una máquina completamente nueva está a la vuelta de la esquina?. La Xbox One S es genial, pero sería mejor si no fuese una parada intermedia. Si tienes el tiempo, dinero y la necesidad de tener UHD ahora mismo, puede merecer la pena comprarla. De otro modo probablemente sea mejor guardar tu dinero en una caja y esperar a que salga Project Scorpio.

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A considerar:

  • Los juegos van genial.
  • Las películas van genial.
  • Lo hace todo en UHD, que es algo parecido a una versión mejorada del 4K
  • Es el reproductor 4K perfecto... hasta que Project Scorpio o la PlayStation Neo lleguen.
  • El nuevo controlador es muy agradable de sujetar.
  • Algunos fanáticos del audio podrían llegar a apreciar mejoras en detalles como el bitstreaming.
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