
Realme ha sido una marca que ha sabido manejarse como nadie dentro del mundo de los teléfonos de gama media. No es que no sepa como hacer buenos flagships, porque ha demostrado con creces que también puede hacerlo, pero es normalmente en la gama media donde acierta siempre con las características que tienen que llevar sus teléfonos para destacar entre la competencia.
El móvil que nos compete hoy, El Realme 10, es su apuesta para conquistar este mercado en 2023, y aunque sin duda tiene cosas atractivas que aportar además de un precio de derribo, es la primera vez en mucho tiempo que siento que Realme no ha dado con la tecla. Veamos por qué.