Es el gran sueño de la humanidad: descubrir si hay vida ahí fuera, más allá del Sistema Solar, a millones de kilómetros de distancia. El satélite Kepler hace lo que puede. Se lanzó en 2009 justo con esa misión, encontrar exoplanetas, es decir, planetas que no pertenecen al Sistema Solar. Pero hay una nueva esperanza: se llama TESS, es un proyecto del MIT, la NASA y Google, entre otros, y se lanzará en 2017 para dar con algún planeta que se parezca, aunque sea solo un poco, a la Tierra.
El TESS, Transiting Exoplanet Survey Satellite, es un satélite desarrollado por el MIT, con inversión de Google y en colaboración con la NASA y otros centros como el Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics o el Space Telescope Science Institute. El proyecto ha sido seleccionado por la NASA entre decenas, con el objetivo de lanzarse en 2017, justo después de que la misión del Kepler finalice. Su coste será de unos 200 millones de dólares.
Una vez lanzado al espacio, el TESS ocupará una órbita a mitad de camino entre la Luna y la Tierra. Esta órbita le mantendrá lo suficientemente lejos de los anillos de radiación de nuestro planeta, pero a la vez cerca para que las comunicaciones sean rápidas.
Según George Ricker, uno de los miembros del proyecto del MIT, el TESS "identificará miles de planetas cercanos al sistema solar, centrándose especialmente en aquellos que tengan un tamaño comparable a la Tierra". El equipo espera que se descubran entre 1.000 y 10.000 exoplanetas de estas características, y lo harán utilizando el llamado método del tránsito astronómico: se buscan caídas en la luminosidad al pasar el planeta por delante de la estrella alrededor de la que gire.
Según Sara Seager, profesora de ciencia planetaria y física del MIT, "el TESS acelerará las posibilidades de encontrar vida en otro planeta durante la próxima década". Ojalá. [Wiki - NASA - MIT 1, 2 - Kavli Foundation - Foto: NASA]