
El 28 de mayo de 1900, cinco años después de que se estrenara la primera película de la historia, un ilusionista llamado Nevil Maskelyne grabó por primera vez un eclipse solar.
Ya en 1898, Maskelyne había viajado a la India para inmortalizar un eclipse, pero la cinta que contenía las imágenes fue robada durante el viaje de regreso a Inglaterra. Consiguió su cometido dos años más tarde en una expedición de la Real Sociedad Astronómica a Carolina del Norte.
Maskelyne tuvo que fabricar un adaptador telescópico para captar el fenómeno con su cámara, pero la expedición fue un éxito y la película ha sobrevivido hasta nuestros días en el archivo de la Real Sociedad.
Ahora, un equipo de expertos en conservación del Instituto de Cine Británico se ha dedicado a escanear y restaurar la cinta en 4K. Tiene 119 años y es la primera película de un fenómeno astronómico conocida.
En cuanto a Nevil Maskelyne, tiene una historia bastante peculiar. Fue uno de los magos más exitosos del siglo XX, pero también científico, inventor y un famoso escéptico en una época en la que ciencia se mezclaba con lo paranormal. Maskelyne se dedicaba a humillar públicamente a espiritistas y charlatanes.
El charlatán más sonado con el que tuvo un cruce fue Guglielmo Marconi, uno de los inventores de la radio. Marconi intentó vender su invento con afirmaciones falsas como que las señales inalámbricas no pueden interferirse, y para respaldar esas afirmaciones contrató al reputado científico John Ambrose Fleming.
Una noche, Fleming dio una conferencia en la Real Sociedad durante la cual recibiría un mensaje en morse proveniente de una isla remota. En lugar del mensaje esperado, el receptor inalámbrico recibió una serie de rimas jocosas e improperios sobre “un joven italiano”.
Maskelyne había pirateado la señal.