Internet una vez más mostró su debilidad por los perros esta semana. Más de 10.000 personas firmaron una petición para liberar a un perro Chow Chow de cuatro meses que estaba bajo custodia de la policía. ¿Su crimen? Morder a un policía en Reino Unido, un acto que viola la ley de perros peligrosos del país.
De acuerdo con la petición en Change.org, el incidente ocurrió cuando el perro, llamado Bungle, mordió a un policía que estaba intentando sacarlo de su escondite debajo de un coche en el pueblo Stoke Bruerne el 17 de noviembre. Bungle se había escapado de casa por una reja abierta y estaba desatendido en la calle, lo cual estaba causando problemas de tráfico.
Bungle mordió al policía en la mano y en el brazo, y sus heridas requirieron atención hospitalaria, según las autoridades. La policía declaró que se llevó el perro porque el dueño no estaba presente y porque había riesgos a la seguridad del público y de Bungle.
Después de que la policía se llevara a Bungle, su dueño, David Hayes, empezó una campaña en las redes sociales para recuperar el perro. Hayes temía que su perro podría estar en la perrera por hasta nueve meses, algo que la policía disputó, comentando que estaban intentando resolver la situación lo antes posible.
En las redes sociales, las personas se unieron para intentar convencer a la policía para liberar al perro, argumentando que el perro estaba asustado y que era solo un cachorro. Aparte de la petición en Change.org, se creó la hashtag #FreeBungle y se creó un grupo de Facebook con más de 5.800 miembros. Hasta se publicó una foto del perro en la primera página del tabloide inglés The Sun.
La policía entregó a Bungle a sus dueños el viernes. Sin embargo, Chris Hillery, el jefe de policía del condado de Northamptonshire, afirmó que estaba de acuerdo con las acciones que tomaron los agentes en el incidente.
“El riesgo potencial presentando por el perro en aquel momento no se disminuye por factores como su edad o si estaba asustado”, comentó Hillery. “Debido a que ya había mordido al agente dos veces, causando heridas punzantes y contusiones, hubiera sido negligente liberar a un perro que mostraba agresión tan obvia, independientemente de la causa, sin primero asegurar la seguridad del perro y del público”.
La familia de Bungle celebró su liberación en las redes sociales y dijo que Bungle regresaría a sus clases de adiestramiento y educación.