Los tiburones son bestias voraces, pero no demasiado cuidadosas. A menudo devoran todo lo que encuentran a su alcance que parezca apetitoso confiando en que los potentes ácidos de su estómago harán el resto. Eso lleva a hallazgos realmente inusuales cuando se examina el estómago de uno de estos animales.
Discovery Channel celebra estos días su tradicional semana del tiburón. Entre los interesantes temas que pueden verse en su página web, el canal ha elaborado una lista con los objetos más extraños supuestamente encontrados en el interior de tiburones, y no tienen desperdicio:
Un oso polar
En 2008 se capturó un tiburón de Groenlandia con los restos de un oso polar en su estómago. Es muy raro que ambas especies sufran un encontronazo, pero es posible. Si el oso está dentro del agua, de poco le vale su fuerza o tamaño. El tiburón de Groenlandia es una especie que rivaliza con los grandes blancos. Crece hasta los siete metros de longitud y más de 1.400 kilos de peso.
Una armadura medieval completa
Si hay que creer al reputado naturalista francés Guillaume Rondelet, en el siglo 16 se encontraron los restos de un tiburón blanco que aún tenía una armadura medieval completa en su estómago. Rondelet no especifica el tipo de armadura.
Un reno
De nuevo, el culpable del festín es uno de los grandes tiburones de Groenlandia. El reno no es una de sus presas habituales y se cree que probablemente fuera el cadáver de uno de estos ciervos arrastrado por el mar. Aún conservaba la cornamenta.
Neumáticos y placas de matrícula
Este tipo de hallazgos son tristemente cada vez más habituales debido a la enorme cantidad de basura que el ser humano deposita en el mar. También se han encontrado botes de pintura o paquetes de cigarrillos.
Púas de un equidna
El equidna es un raro mamífero marsupial parecido al erizo. Sus púas aparecieron en el estómago deun tiburón pescado en Bondi Beach, Sydney. La digestión tuvo que ser difícil.
Un Bulldog con su correa
Otro tiburón atrapado en Bondi Beach tenía medio bulldog en su estómago. El pobre perro aún tenía parte de la correa y el collar. Nadie informó de haber perdido a su amigo canino cerca del mar, así que el perro nunca pudo ser identificado.
Una vídeocámara
No es que se haya encontrado, pero el submarinista y fotógrafo Marc Taggart resultó herido por un tiburón en las Bahamas. La videocámara que portaba corrió peor suerte. El tiburón se la tragó limpiamente.
Una cabeza de caballo
Parece salido de la película El Padrino. De nuevo nos movemos a Australia, donde se extrajo una cabeza de caballo completa de las entrañas de un tiburón tigre de más de tres metros.
Una bala de cañón
Otro hallazgo antiguo, este de 1823. Pescadores de las indias occidentales encontraron una bola de cañón de tamaño medio en el estómago de un tiburón. La hipótesis es que el proyectil impactó en un marino durante alguna batalla naval y el animal devoró el cadáver junto con la bala. Alguien tuvo un mal día.
Vino (en su botella)
En 1942, un pesquero francés capturó un tiburón que llevaba en su interior una botella de vino de Madeira portugués. La botella estaba intacta y aún conservaba el vino.
Un tambor de guerra senegalés
En Senegal, otro grupo de pescadores hallaron los restos de un tambor de guerra realizado con pieles de animal.
Un abrigo de piel
Quizá no sea tan raro que un tiburón tigre confunda un abrigo de piel con un apetitoso bocado. La prensa formó parte de una exposición sobre tiburones en el Museo de Historia Natural de Los Ángeles. [vía Discovery Channel]