Cuando el terror va de la mano de la ciencia–ficción pueden nacer cosas horrorosas y terroríficas. En Annihilation pudimos ver a una criatura como nunca habíamos visto antes en el cine, una especie de híbrido entre dos seres vivos que nos perseguirá en pesadillas por mucho tiempo.
Si no has visto la película, hazlo y después regresa.
Annihilation es una película basada en la novela homónima escrita por Jeff VanderMeer, estrenada en Netflix el pasado mes de febrero, dirigida por Alex Garland, también responsable de Ex Machina y 28 Days Later, y protagonizada por Natalie Portman, Tessa Thompson, Jennifer Jason Leigh y Oscar Issac.
En la película algo está contaminando una pequeña región de un pueblo y nadie sabe qué es. Los que entran, no salen, con la excepción de una persona. Más adelante en la película nos enteramos que al caer un meteorito trajo consigo vida alienígena que se fusiona con la de nuestro planeta como si fuera un hongo, creando criaturas abominables.
Una de ellas era un oso, que después de matar a una de las protagonistas se fusiona con ella en una criatura con un aspecto tan asqueroso como macabro.
En /Film han publicado un vídeo en el que los responsables de los efectos visuales de la película explican cómo crearon al oso. Tras varias ideas y experimentos decidieron mezclar el cuerpo del oso con algunas partes de humano, incluyendo su mandíbula y parte de su cráneo unido al del animal.
Para su piel se les ocurrió mezclar varias enfermedades reales como la sarna y la alopecia, entre otras, para darle un aspecto aún más desagradable. Después, un ojo por aquí y un agujero extra en su cabeza por allá, el resultado es el que se ve en la película.
Por supuesto, más allá de su aspecto visual lo que más aterroriza del famoso oso de Annihilation es el sonido que produce, una especie de mezcla de gruñido de oso y el grito de ayuda de la mujer que asesinó. [vía /Film]