
Cuando pensamos en marcas de auriculares, Plantronics probablemente no sea de las que primero nos vengan a la cabeza, pero debería porque tiene cosas realmente interesantes que ofrecer. En la última IFA, el fabricante californiano presentó unos nuevos auriculares deportivos. Llevamos tres semanas usándolos.
Nota: hemos analizado estos auriculares al mismo tiempo que los auriculares deportivos JBL ReflectFlow, puedes leer su review aquí.
No son los primeros auriculares BackBeat que uso. Hace cinco años volví de un Black Friday en Florida con uno de los primeros modelos de esa gama de audífonos deportivos, y pocas veces he hecho mejores compras. Los primeros BackBeat Fit inalámbricos me acompañaron durante tres años en incontables carreras al aire libre. Los seguiría usando de no ser porque cayeron en manos de mi hija en esa época en la que a los bebés les encanta mordisquear cosas para calmar el dolor de los primeros dientes.

El babeo prolongado y los mordiscos furiosos de mi vástaga fueron demasiado para los Fit, pero desde entonces los recuerdo con mucho cariño. Cuando Plantronics nos llamó para que hiciéramos una visita a su stand en IFA no pude ocultar mi entusiasmo. La compañía ha presentado tres modelos nuevos de la gama BackBeat Fit, el 6100 (un modelo circumaural de diadema), y los pequeños 3150 y 3200. Estos últimos son los que me interesaba probar porque son la evolución del modelo que tan buenos ratos me regaló.

Los BackBeat Fit 3150 son unos auriculares deportivos internos completamente inalámbricos. Su diseño, de hecho, se parece mucho al de los primeros modelos y aún mantiene el providencial gancho de goma que permite colgarlo de la oreja. Lo que han perdido es el cable del mismo material que unía ambos audífonos por detrás del cuello.
Los 3150 y los 3200 son idénticos salvo por un detalle. Estos últimos tienen un cabezal ergonómico diseñado para tapar completamente el conducto auditivo, lo que aporta un cierto grado de cancelación de ruido activa. Eso los hace muy interesantes para actividades de interior como hacer pesas en un gimnasio, donde lo que te apetece probablemente sea aislarte del entorno. Sin embargo, no son muy recomendables para deportes de carretera como correr o montar en bici, donde tenemos que estar pendientes de nuestro entorno y no escuchar el claxon de un coche puede resultar peligroso.

Diseño
En esas situaciones es donde entran los 3150, un modelo pensado precisamente para corredores o ciclistas. La punta de estos auriculares cubre suavemente el canal auditivo, pero no lo obstruye ni queda encajada en él. Probablemente son lo que andas buscando si no te gustan los auriculares embutidos a presión dentro del oído.

En cuanto a comodidad, es relevante mencionar cómo nació Plantronics. La compañía la fundaron dos pilotos comerciales: Graham y Larking. Ambos decidieron aprovechar su experiencia para presentarse a un concurso organizado en los años 60 por United Airlines para renovar los auriculares que llevaban sus pilotos. En aquella época, los auriculares de los pilotos eran tan aparatosos e incómodos que muchos de estos profesionales optaban por usar micrófonos de pie en cabina.
El diseño de Graham y Larking era tan confortable y liviano que la FAA lo adoptó como estándar para los pilotos comerciales. En 1961, la compañía (que por entonces se llamaba Pacific Plantronics) lanzó su primer modelo comercial de auriculares profesionales. Ese mismo año, el astronauta de la NASA Wally Schirra se puso en contacto con ellos para pedirles que diseñaran un micrófono con auricular que resultara cómodo de llevar en misiones espaciales. El modelo que crearon fue el estándar usado en los programas Mercury y Apollo, y uno de los modelos que se siguen usando en la actualidad. Sí, las primeras palabras de Neil Armstrong sobre la Luna se registraron mediante un auricular con micrófono Plantronics.

Todo esto es significativo porque da una idea del espíritu de la compañía cuando diseña cosas. Los auriculares Plantronics se caracterizan precisamente por andarse con pocas tonterías o concesiones gratuitas al diseño. Son auriculares que buscan ser cómodos de llevar y de usar. Plantronics trabaja normalmente con audífonos inalámbricos con micrófono para el mercado profesional, pero los modelos deportivos y de gaming heredan ese mismo espíritu. Una vez aprendas a ponerte los BackBeat FIT 3150 (no lleva mucho tiempo), te olvidarás de que los llevas puestos aunque lo hagas durante horas. La resistencia al agua o al sudor en grado IP57 garantiza además que no tengas problemas con ellos así los lleves bajo una lluvia intensa.
Controles
La comodidad de uso se refleja también en la versatilidad a la hora de interactuar con los audífonos. Los 3150 se activan y conectan automáticamente al móvil según los sacas del estuche de carga. Todas las demás funciones se realizan mediante dos grandes pulsadores que además son táctiles y reaccionan de manera diferente dependiendo de si los tocas suavemente o los pulsas.

Unos cuantos toques en el auricular izquierdo sirven para subir el volumen. Para bajarlo basta con mantener el dedo sobre el botón sin pulsarlo. Si pulsamos una vez el botón del auricular derecho pausamos la reproducción o atendemos una llamada entrante. Dos clics sirven para pasar a la siguiente canción, y tres toques sin pulsar nos devuelve a la anterior. Si mantenemos el dedo posado sobre el auricular derecho más de dos segundos activaremos el asistente de voz (Siri o Google Now dependiendo del móvil que usemos).
Parece complicado, pero se aprende extremadamente rápido. De todos modos, si se nos olvida alguna función adicional, siempre podemos consultarla en el manual de cada modelo que viene en la misma aplicación móvil.
Esa misma aplicación (disponible en iOS y Android) nos sirve para configurar los controles a medida si preferimos usarlos de otro modo, ajustar el volumen maestro o seleccionar entre tres modalidades de ecualización (equilibrada, agudos o graves).

Las posibilidades de configuración de los controles son tremendas y de hecho superiores a algunos audífonos de gama alta como los extraordinarios Sony Sony WF-1000XM3. Si no nos gusta tener una superficie táctil siempre podemos desactivarla por completo. La app también muestra el tiempo o porcentaje de batería restante, y realmente lo único que echo de menos es que tenga más posibilidades de modificar la ecualización. La aplicación de Sony, de nuevo, es imbatible en esto.

El estuche de carga
El estuche de carga de los BackBeat FIT 3150 es grande, mucho más grande que el de otros auriculares internos inalámbricos que hay en el mercado hasta el punto de que vas a notarlo si lo llevas en el bolsillo. También es cierto que es un modelo deportivo pensado para aguantar más castigo. En ese sentido es de los pocos estuches de carga que se cierran con cremallera, lo que nos garantiza no perder los auriculares por mucho que el estuche se sacuda en la mochila. Si se da la circunstancia de que hemos extraviado uno, podemos buscarlo desde la propia aplicación y hacer que emita un pitido.
Un detalle irritante del estuche es que los auriculares se guardan al revés. En otras palabras, el audífono izquierdo se guarda en la mitad derecha y el derecho en la izquierda. Es un inconveniente menor, pero obliga a hacer un esfuerzo mental contraintuitivo cada vez que los sacamos. La razón más probable de esto ha sido encajar los audífonos en un espacio lo menor posible, pero ¡Maldición!
Otro detalle mejorable es que se cargan mediante cable MicroUSB cuando todos los móviles recientes lo hacen por USB-C. Sabedora del inconveniente, Plantronics ha integrado un cable de este tipo en el propio estuche para que no nos falte de nada.
Usando los Plantronics BackBeat FIT 3150
Resumido en una palabra: comodidad. Resumido en dos: comodidad extraordinaria. Los BackBeat FIT son una maravilla de usar y de llevar puestos. No importa las horas que los llevemos. En ningún momento sentiremos ese molesto dolorcillo de llevar dos pieza de goma embutidas en el oido. Cada auricular apenas pesa 13 gramos, pero el aro de goma que sirve para colgarlo del pabellón auricular nos asegura que no lo perderemos jamás por mucho que demos saltos con él.
A nivel de sonido, los FIT 3150 llevan integrado un driver de 13,5 milímetros con un rango de frecuencias de entre 20 y 20.000 hertzios. Cuando comienzas a usarlos suenan bajísimo, pero es porque el volumen maestro de la aplicación está configurado por defecto muy bajo. Una vez lo ajustas a tu gusto ofrecen un sonido limpio y cálido. No puedo decir que sean los mejores auriculares que he probado en cuanto a calidad de sonido, pero ofrecen una pegada de graves razonable para su tamaño, y la calidad general del sonido es buena. La conexión soporta Advanced Audio Distribution Profile (A2DP) en su versión 1.3.

Además, en las dos semanas que llevo corriendo con ellos nunca han tenido un salto o hipo en la conexión. Solo después de dejar el móvil en el despacho y alejarme a una distancia de unos 12 metros por la casa hemos logrado romper brevemente el enlace Bluetooth.
La batería de los audífonos dura entre 5 y 8 horas. El estuche de carga ofrece 16 horas más. En unos 15 minutos de carga ya obtenemos una hora más de vida en caso de que se nos olvide cargarlos. En otras palabras, si se te ha olvidado guardarlos en el estuche solo tienes que meterlos ahí mientras estiras un rato los músculos.
Los Plantronics BackBEat FIT 3150 no tienen funciones de entrenamiento deportivo o sensores cardíacos. Tampoco integran cancelación de ruido activa, pero si lo que buscas son unos auriculares funcionales, extraordinariamente cómodos de usar, con un sonido razonablemente bueno y sólidos como una roca, es una de las mejores opciones disponibles. Están ya a la venta a un precio de 188 euros. Los 3200 cuestan 193 euros.