
En la década de 1970, un informe publicado en el libro The Limits to Growth formado por científicos del MIT argumentó que la civilización industrial estaba destinada al colapso si las corporaciones y los gobiernos continuaban buscando un crecimiento económico continuo, sin importar los costes.
Según explicaban, pronosticaron hasta 12 escenarios posibles para el futuro, y todos predijeron un punto en el que los recursos naturales se volverían tan escasos que un mayor crecimiento económico se volvería imposible y el bienestar personal se desplomaría.
De todos ellos, uno destacaba de forma temeraria, el denominado Business as Usual (BAU) que predijo que el crecimiento económico mundial alcanzaría su punto máximo alrededor de la década de 2040 y luego sufriría una fuerte recesión, junto con la población mundial, la disponibilidad de alimentos y los recursos naturales. Según el MIT:
Hay que destacar que ese escenario no sería nuestro final, sino más bien un punto de inflexión social que vería caer los estándares de vida en todo el mundo durante décadas.
Siendo así, ¿qué cerca estaríamos de ese escenario en 2021? Bajo esta premisa, Gaya Herrington, investigadora de análisis de sistemas dinámicos y de sostenibilidad de la consultora KPMG, decidió averiguarlo. Así, en el Journal of Industrial Ecology, Herrington amplió la investigación que comenzó como estudiante graduada en la Universidad de Harvard.
Lo que encontró: que el estado actual del mundo, medido a través de 10 variables diferentes, incluida la población, las tasas de fertilidad, los niveles de contaminación, la producción de alimentos y la producción industrial, se alineaba extremadamente con dos de los escenarios propuestos en 1972, a saber, el escenario BAU y uno llamado Tecnología Integral (CT), en la que los avances tecnológicos ayudan a reducir la contaminación y aumentar el suministro de alimentos, incluso cuando se agotan los recursos naturales. Según explica:
Los escenarios BAU y CT muestran una parada en el crecimiento dentro de una década más o menos. Ambos escenarios indican, por tanto, que no es posible continuar con los negocios como de costumbre, es decir, perseguir un crecimiento continuo.
Cuenta la investigadora que, con todo, no es demasiado tarde para revertir la situación a través de lo que denomina como el escenario del Mundo Estabilizado (SW):
El escenario de SW asume que además de las soluciones tecnológicas, las prioridades sociales globales cambian. Un cambio en los valores y las políticas se traduce, entre otras cosas, en un tamaño familiar reducido, una disponibilidad perfecta de métodos anticonceptivos y una elección deliberada para limitar la producción industrial y priorizar los servicios de salud y educación.
Herrington muestra un gráfico del escenario SW donde el crecimiento industrial y la población mundial comienzan a estabilizarse poco después de que ocurra este cambio en los valores. De esta forma, la disponibilidad de alimentos sigue aumentando para satisfacer las necesidades de la población mundial. La contaminación disminuye y casi desaparece, y el agotamiento de los recursos naturales también comienza a estabilizarse. “El colapso social se evita por completo”, explica.
Por supuesto, ninguno de estos escenarios tienen por qué ocurrir, ni los catastróficos del MIT, ni el descrito por Herrington para evitarlo. En cualquier caso, lo que sí parece claro es que muchas de las claves aportadas por aquellos científicos de 1972 parecen estar dándose con relativa claridad en 2021, casi dos décadas antes de la infame predicción de futuro. [Vice vía LiveScience]