
Estamos a pocos meses del lanzamiento de la PlayStation 5 de Sony y la Xbox Series X de Microsoft. Como es el caso con cualquier nueva generación de consolas, hay mucha emoción en torno a los nuevos sistemas, pero su llegada no significa tu consola actual quedará obsoleta de inmediato. Muchos juegos seguirán llegando tanto para PlayStation 4 como para Xbox One, y podrás seguir jugándolos en los próximos años si tratas bien tu consola.
Las mayores amenazas para la vida útil de tus viejas consolas (que en realidad son los mismos riesgos para la mayoría de dispositivos tecnológicos) son el polvo y el calor. Afortunadamente, por lo general, puedes mantener ambos bajo control con una limpieza y almacenamiento adecuados. Repasaremos algunos consejos para realizar mantenimiento a tu PS4 y Xbox One utilizando los mismos consejos que los coleccionistas han usado para mantener las consolas retro funcionando incluso décadas más tarde.
Desempolvar y limpiar
El mantenimiento comienza con la limpieza de tu consolas. Debes dar tanto a tus consolas como a las áreas alrededor de ellas una limpieza correcta, y eliminar el polvo constantemente para evitar la acumulación que puede hacer que la consola tenga no una ventilación adecuada y, por tanto, causar un sobrecalentamiento.
Recuerda, la electrónica y la humedad no se mezclan. Solo debes usar paños secos para limpiar tu consola; nunca uses toallitas húmedas, y evita los productos de limpieza. La humedad de las toallas húmedas o los productos químicos rociados de una botella puede filtrarse en las grietas o ventilaciones de la consola y causar todo tipo de problemas.
En cuanto al interior de tu consola, recomendamos usar aire comprimido para expulsar el polvo de las rejillas de ventilación del ventilador y otras grietas. El truco aquí es impulsar el polvo hacia afuera con el aire, no hacia adentro. Debes apuntar para que la boquilla de la lata rocíe paralelamente a la abertura del respiradero, no directamente hacia la consola, ya que eso puede empujar el polvo y los escombros aún mas adentro de la máquina, algo que como imaginarás, no es bueno.
Enfriamiento y almacenamiento
El almacenamiento adecuado de tu consola es tan importante como la limpieza de rutina, especialmente si las consolas se usan regularmente.
Almacena tus consolas en áreas abiertas con mucho espacio entre sus ventiladores y cualquier estantería o pared. No las apiles ni las coloques junto a ventanas, conductos de ventilación u otros dispositivos. Ah, y asegúrate de colocarlas en la posición correcta. Algunas consolas se pueden colocar vertical u horizontalmente, pero sugerimos investigar qué orientación permite la mayor circulación de aire, y usar los soportes adecuados si los coloca en posición vertical. Personalmente, sugeriría mantener sus consolas planas para evitar vuelcos accidentales, que es la causa más probable de falla del hardware o pérdida de datos.
Existen otras soluciones de enfriamiento de bricolaje, incluyendo la construcción de tus propias plataformas de enfriamiento para mantener tus consolas funcionando a temperaturas óptimas, pero no puedo responder por ninguna de ellas. Eres libre de investigar si lo deseas, pero lo harás bajo tu propio riesgo.
El enfriamiento y la limpieza adecuados mantendrán tus consolas funcionando correctamente, pero en algún momento, es posible que también debas enfrentarte a problemas de hardware y software.
Mantenimiento de software
A veces, una consola se ralentiza debido a un problema interno de software, y las recomendaciones sobre qué hacer en estos casos son las mismas que para tu smartphone o PC: asegúrate de haber instalado las últimas actualizaciones y realiza un restablecimiento de fábrica si el problema persiste. Al igual que con cualquier dispositivo con un sistema operativo, restaurar tus consolas a sus configuraciones de fábrica de vez en cuando puede mantener un dispositivo funcionando sin problemas por más tiempo. Esto es realmente solo un problema en el hardware original de las eras posteriores a PlayStation 2, pero algunas consolas estilo retro más recientes también necesitan un mantenimiento regular del software.
Si tienes algún problema, pero parece que no puedes encontrar algo malo con la consola en sí, es posible que los juegos tengan la culpa. El almacenamiento y el cuidado adecuados diferirán entre los sistemas basados en cartuchos y los que reproducen discos; asegúrate de tratarlos bien.
Reparaciones de hardware
Las limpiezas regulares con la técnica adecuada deberían ser suficientes para evitar la necesidad de una limpieza profunda del hardware interno de la consola. Sin embargo, si tu consola realmente funciona mal, es posible que debas abrir la caja y echar un vistazo al interior, y tal vez incluso reemplazar alguna de sus partes. En las consolas más nuevas, la unidad óptica y los discos duros serán puntos comunes de falla, pero cada máquina tiene sus puntos débiles. Algunas consolas, como la PlayStation 4, permiten a los usuarios intercambiar fácilmente el disco duro original si lo desean, pero si necesitas reemplazar cualquier otra cosa, deberás trabajar un poco más en el interior de la consola.
El proceso para hacerlo es diferente para cada consola, pero es fácil encontrar una guía para abrir básicamente cualquier sistema con una búsqueda en Google. No obstante, aquí tienes una advertencia obvia: abrir la consola es arriesgado. Puede anular la garantía (es cierto que no es un problema para dispositivos más antiguos que ya están fuera de garantía) y es fácil romper algo debido a un error de usuario. Solo debes abrir la consola si estás absolutamente seguro de que es necesario, y además estás seguro de que podrás manipular adecuadamente el hardware.
Algunos problemas de hardware son inevitables debido al desgaste natural, pero puedes evitar fallas innecesarias con el almacenamiento y la limpieza adecuados. Así que siempre deberías tener a mano una de esas latas de aire enlatado, la necesitarás si deseas que tus consolas más antiguas sobrevivan a la próxima generación de juegos.