
Esta es una de esas historias que salen mal para el protagonista pero que, en un giro de los acontecimientos inesperado, acaba convirtiéndose en una gran noticia para el resto. Un hombre de Tennessee se hizo con 17.700 botellas de desinfectante para manos con la idea de hacer negocio y sacar provecho del pánico de muchos. No salió como esperaba.
La historia se conoció el pasado sábado a través del New York Times. Matt Colvin, un vendedor de Amazon en las afueras de Chattanooga, Tennessee, decidió junto a su hermano tratar de hacer negocio del pánico de la población sobre la pandemia de coronavirus. Ambos limpiaron todas las tiendas que pudieron de desinfectantes y toallitas con la idea de venderlas subiendo el precio.
Colvin llegó a vender 300 botellas de desinfectante para manos a través de Amazon antes de que la compañía eliminara sus listados y advirtiera a los vendedores que serían suspendidos por el sobre aumento de precios.
Así que tras el cierre de Amazon, Colvin se vio con un enorme alijo de botellas de gel desinfectantes y toallitas que no iba a poder usar en varias vidas, mientras parte de la población más cercana buscaba el producto en vano. Por supuesto, tras conocerse su historia, muchos les criticaron con dureza a través de las redes, incluso recibieron amenazas de muerte.
Al día siguiente, Corbin realizaba una entrevista donde expresaba su arrepentimiento. Venía a decir que cuando decidió acumular el desinfectante y las toallitas, no se dio cuenta de la gravedad del brote de coronavirus o la grave escasez de desinfectantes y toallitas:
He estado comprando y vendiendo cosas durante 10 años. Cuando decidimos este viaje, no tenía idea de que estas tiendas no podrían reabastecerse.
Corbin explica que en apenas 24 horas recibió toda clase de mensajes de odio. Su teléfono se hizo público y comenzó a recibir llamadas con amenazas. Lo mismo ocurrió con su correo electrónico, “me llegaron a decir por correo que mi comportamiento probablemente terminaría con alguien matándome a mí, a mi esposa y a mis hijos”.
Y continuó explicando lo siguiente mientras lloraba:
Nunca fue mi intención mantener los suministros médicos necesarios fuera del alcance de las personas que los necesitaban. Eso no es lo que soy como persona. Y todo lo que me han dicho durante las últimas 48 horas parece lo contrario.
El domingo, Amazon junto a eBay lo suspendieron como vendedor, que es como se ha ganado la vida durante años. Además, la compañía donde alquilaba un espacio de almacenamiento lo echó. Por último, la oficina del fiscal general de Tennessee le envió una carta y abrió una investigación.
Y es que la ley de aumento de precios de Tennessee prohíbe cobrar precios “excesivamente altos” por una variedad de artículos, incluidos alimentos, combustible y suministros médicos, después de que el gobernador declare un estado de emergencia. El estado puede multar a las personas con hasta 1.000 dólares por violación.
Por todo ello, hace unas horas Matt Colvin ayudó a los voluntarios de una iglesia local a cargar dos tercios de su arsenal de desinfectante de manos y toallitas antibacterianas en un camión para que lo distribuyan a las personas necesitadas en todo Tennessee. El otro tercio lo tomaron funcionarios de la oficina del fiscal general. [New York Times]