
Esta semana nuestro compañero Carlos nos adentraba en el peligroso mundo de la impresión 3D casera, un hobby que entra por los ojos y que fácilmente nos puede agujerear la cartera. En cualquier caso, la tecnología avanza en muchos otros sectores, y la arquitectura es uno de los más desarrollados.
Seguramente habrás visto o leído alguna noticia sobre el desarrollo de viviendas en impresión 3D. Ahora, la República Checa se dispone a llevar a cabo un curioso experimento: la primera casa impresa en 3D tratará de demostrar la velocidad y efectividad de ejecución frente a la construcción ordinaria. Una casa moderna flotante se imprimirá en 48 horas.

Cuentan los organizadores que la técnica de construcción en impresión 3D es siete veces más rápida y la mitad del coste de construir una casa de ladrillos. El proyecto en cuestión constará de 43 metros cuadrados y se construirá capa por capa utilizando un brazo robot reutilizado de la industria automotriz.
Dicho brazo depositará un concreto especialmente formulado, con fibras de nano-polipropileno, plastificantes y aceleradores de fraguado mezclados, todo a una velocidad de 15 cm por segundo. Mientras, las paredes se imprimirán con capas internas y externas, y el centro se rellenará con material aislante.

Pasadas 24 horas, el concreto debería tener la dureza estándar de los cimientos de la casa, y después de 28 días, la compañía dice que completará su endurecimiento hasta el punto en que sea tan fuerte como un puente. Dicen que la estructura y los materiales están diseñados para resistir 100 años.
La casa demo se construirá sobre un pontón flotante, con una cubierta de madera a su alrededor. En su interior, todo muy minimalista, con un espacio habitable no muy grande para dos personas que incluye un dormitorio, sala de estar/cocina y un baño.

Como se pude apreciar también, la casa flotante estará marcada por sus paredes asimétricas en capas, una propuesta que también dice mucho del futuro de la arquitectura a través de la impresión 3D, más libre y sin necesidad de ángulos o líneas rectas.
Por último, la vivienda estará equipada con toda la tecnología ecológica necesaria: ducha de recirculación, techo verde y depósitos de agua potable, servicios públicos y alcantarillado. Además, se afirma que este tipo de estructura creará hasta un 20 por ciento menos de CO2 que un edificio de ladrillo equivalente, y “varias veces menos residuos de construcción y demolición”. [New Atlas]