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El aterrizaje de SpaceX no va a ser lo más llamativo del próximo lanzamiento de la NASA

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El 8 de abril, la NASA volará con SpaceX para una nueva misión de reabastecimiento de la ISS. Esta vez, además de seguir atentos al tradicional intento de aterrizaje del Falcon 9, miraremos hacia arriba con curiosidad. La razón es una de estas llamativas cápsulas inflables llamadas BEAM.

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La NASA está lista para ampliar la Estación Espacial Internacional con su primer módulo hinchable. Es básicamente un globo de 2,5 metros de diámetro por 3,6 de largo fabricado por la compañía estadounidense Bigelow Aerospace. Se lanzará plegado, ocupando mucho menos espacio, dentro de la nave Dragon de SpaceX. Una vez arriba lo extraerán con el brazo robótico Canadarm-2 y lo acoplarán al puerto de atraque trasero de la ISS. Tras pulsar un botón, el BEAM (Bigelow Expandable Activity Module) empezará a inflarse solo hasta adquirir un volumen útil de 11 metros cúbicos. El proceso durará 45 minutos.

Algo así:

BEAM lleva en pruebas desde el año 2006. En 2012, la NASA firmó un contrato de 17,8 millones de dólares con Bigelow Aerospace para construir un prototipo de la cápsula inflable como parte de la Misión a Marte. En la era de la exploración del espacio profundo harán falta nuevos sistemas habitacionales, amplios y fiables, pasar largas temporadas muy lejos de la Tierra. Los interiores diáfanos de estos módulos pueden ser la solución. Especialmente porque son muy ligeros y pueden lanzarse sin inflar.

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La NASA esperaba acoplar un BEAM a la ISS el año pasado, pero el lanzamiento se retrasó hasta esta primavera. La idea es probar el rendimiento del módulo durante dos años, sin aprovechar aún el espacio extra que proporciona por una cuestión de seguridad. Más adelante, este tipo de cápsulas dotará a la tripulación de un mayor espacio de almacenamiento a bordo, como si fuera una nueva habitación.

Los astronautas de la Estación Espacial entrarán cuatro veces al BEAM para comprobar la temperatura, la protección contra la radiación y el funcionamiento general. La prueba más larga durará tres horas. Podrían permanecer mucho tiempo más si quisieran: aunque sea inflable y flexible, el BEAM ofrece una gran protección. El tejido con el que están fabricadas sus paredes es más fuerte que el metal de la ISS. Bigelow usa muchas capas superpuestas de Vectran, un material el doble de resistente que el Kevlar.

Por lo demás, la tripulación se encontrará como en casa dentro de esta cápsula inflable. Lo único que cambia son las temperaturas, ligeramente más frías. Además se espera que el aire se condense cuando el módulo se expanda por primera vez. En dos años, el BEAM será expulsado de la ISS hacia el espacio y la misión habrá acabado. Pero si resulta exitosa, entonces empezaremos a hablar de algunas posibilidades más interesantes.

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Bigelow Aerospace imagina varios de sus módulos inflables conectados entre sí para alojar a toda una tripulación. Con varios BEAM de mayor tamaño que el de este lanzamiento se podrían construir naves enteras, con espacios más abiertos que los de la ISS. Una de las propuestas del fabricante es una estación espacial de 2.100 metros cúbicos presurizados, casi el triple que los 916 disponibles en día en la ISS (de los cuales sólo 388 son habitables). Estas mismas estructuras podrían usarse para construir colonias enteras en la Luna o en Marte. [Bigelow, NASA]

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