
El comité presupuestario del congreso de Estados Unidos acaba de echar un buen jarro de agua fría sobre las aspiraciones de la NASA de regresar a la Luna en 2024. El borrador de los presupuestos para 2021 ha recortado en 3.000 millones la propuesta inicial de la agencia para el programa Artemis.
La decisión no es una derrota total para la NASA. El congreso ha recortado duramente la cifra inicial que pedía la agencia, pero no la ha bajado respecto al presupuesto del año pasado. Simplemente ofrece menos dinero del que a la NASA le gustaría. La cifra propuesta por el House Appropriations Committee (el comité del congreso encargado de los presupuestos anuales para la administración pública) ha destinado 22.630 millones de los 25.200 solicitados.
El principal punto de discordia es el módulo lunar en el que los futuros astronautas del programa Artemis bajarán a la superficie lunar. En abril de este año la NASA cerró contratos con tres compañías aeropespaciales (Blue Origin, SpaceX, y Dynetics) para el diseño de ese módulo. La agencia necesita 3.400 millones solo para este proyecto, pero el congreso ha destinado apenas 1.560 millones a la partida de desarrollo y exploración. Eso deja solo 628,2 millones para el módulo.
Las razones para este recorte son variadas. Por un lado Estados Unidos tiene ahora cosas bastante más urgentes de las que ocuparse que la carrera espacial. La pandemia galopante de covid-19 y la desigualdad social que está en el origen de las últimas protestas son solo dos de ellas. Una segunda razón para la negativa del congreso es de índole más político. Según la jefa de política espacial de The Planetary Society, Casey Dreier, el uso de la carrera espacial como un símbolo ideológico por parte de Trump ha despertado reticencias entre los demócratas del congreso que no están dispuestos a secundar las bravatas del presidente sobre llegar a la Luna (no al menos durante su mandato).
Sin embargo no todo está perdido. Los presupuestos siempre son objeto de un tira y afloja político, y la decisión del comité no es definitiva. La decisión final sobre la cifra que la NASA reciba en 2021 la tiene la segunda cámara de representantes. Es bastante posible que el comité del senado revise al alza la propuesta de la NASA y la cifra final sea algo más generosa. El Administrador General de la NASA, Jim Bridenstine deja ver mucho de este juego político en sus primeras declaraciones sobre el presupuesto decidido por el congreso. Según declaraciones recogidas por The Verge, Bridesntine dijo:
Los $628,2 millones en fondos para el sistema de aterrizaje humano (HLS) son un primer paso importante en el proceso de apropiación de este año. Todavía tenemos más por hacer y espero trabajar con el Senado para asegurar que Estados Unidos tenga los recursos para aterrizar la primera mujer y el próximo hombre en la Luna en 2024.
Aún es pronto para saber cómo afectará el presupuesto a los planes de la NASA para llegar a la Luna en 2024. La agencia defiende una subida presupuestaria constante que permita llegar a los 28.000 millones anuales en 2024. Si la cifra no está a su altura probablemente signifique que los planes para volver a pisar la Luna deban demorarse un poco. [The Verge]