Todo empezó con un vídeo viral en Facebook: “mira este concepto de autobús-túnel que circula por encima de los coches”. Revolucionario. Pero cuando China decidió construirlo, las cosas empezaron a oler mal y finalmente se suspendió su desarrollo ante la posibilidad de que fuera un fraude. Este es su estado actual.
El TEB (“Transit Elevated Bus”) es un autobús de 22 metros de largo y 5 de alto que deja espacio a nivel del suelo para que el tráfico pase por debajo, como si fuera un túnel en movimiento. Se anunció como “El futuro del transporte público” y comenzó a probarse en agosto en la ciudad de Qinhuangdao, al este de Pekín. Pronto una investigación de la prensa local demostró la dudosa calidad de construcción del invento y descubrió que el jefe de arquitectos de la empresa solo tenía el título de escuela primaria. Parecía una estafa a los inversores.
Cuatro meses después, el TEB está oxidado y cubierto de polvo en el hangar deysu pequeña pista de pruebas. No solo se encuentra abandonado, ni siquiera está vigilado: los dos guardas que se encargaban de ello se marcharon al no poder contactar con los dueños. “Los gerentes de la empresa se fueron hace mucho tiempo, y no soy capaz de contactar con ellos”, dijo uno de ellos.
A estas alturas seguimos sin saber si todo fue un fraude o si sus propulsores se dieron cuenta de la inviabilidad del proyecto y echaron a correr. Al fin y al cabo, más que un autobús era un tren que iba sobre raíles, que apenas dejaba espacio para los coches entre sus ruedas y que no podía girar. [Shanghaiist]