Por aquí os hemos hablado bastantes veces de cómo será el futuro de los videojuegos, sobre todo en capacidades gráficas. Muchos aseguran que la realidad virtual será la siguiente revolución. Nada de mandos y pantallas a unos metros de distancia. Nos sumergiremos directamente en la acción, como si estuviéramos dentro. Y hay un aparatito, el Oculus Rift, que promete conseguir ese nivel de inmersión. El Oculus pinta bien, cierto, pero como muestra el vídeo de arriba, también parece que nos hará hacer algo el ridículo mientras lo usamos. ¿De veras es este el futuro?
El vídeo lo grabó Brendan Caldwell durante el evento EVE Fantast 2013 en Islandia. Un grupo de desarrolladores crearon un videojuego experimental de luchas de perros para la ocasión, y eso es lo que probablemente están viendo con el Oculus en el vídeo.
Desde luego estamos solo ante los primeros pasos de visores de realidad virtual (el Oculus nació como un proyecto de Kickstarter), pero la cuestión es si algo así va a ser realmente una revolución masiva más allá de los hardcore gamers.
Algo parecido ocurre con Google Glass: la tecnología está mucho más miniaturizada, pasa mucho más desapercibida (y más que tendrá que evolucionar...) pero existe esa barrera psicológica y social de cómo se sentirá la gente llevando un trasto como las Glass encima. ¿Son ridículas? ¿Innecesarias?
Con los visores de realidad virtual quizás pase algo similar, al menos de momento. ¿Alguien se imagina a la familia al completo jugando en el salón con estos visores? ¿Se quedará en un nicho solo para jugones? Nunca se sabe. Es cierto que la Wii o la Kinect ha logrado que todo el mundo dance por el salón, algo que antes tal vez hubiéramos visto ridículo. ¿Pasará igual con los visores de realidad virtual?