Por suerte, nadie resultó herido y no causó ningún daño, excepto quizás el orgullo de Rusia. Como le dijo Alexei Tsydenov, el jefe de la región que estuvo presente en la prueba, a Reuters, “no vamos a parar con esto, seguiremos intentándolo. Aquellos que no arriesgan no obtienen resultados”. [Reuters]