El puente en suspensión se construyó como reemplazo de un puente anterior, el Europabrücke, que había sido inaugurado en 2010 y destruido solo dos meses después por un desprendimiento de rocas. Para evitar que los senderistas tuvieran que descender 500 metros en el valle y después subir por el otro lado, las autoridades de Randa invirtieron 750.000 francos suizos ($780.000) en la construcción de un nuevo puente peatonal, que se ha terminado ahora.

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Para evitar un balanceo excesivo del puente, la empresa encargada de su construcción instaló unas cuerdas de sujeción que pesan ocho toneladas. Aun así, caminar a 28 pisos del suelo por un camino de 65 centímetros de ancho y medio kilómetro de largo debe imponer respeto. [BBC News]