El miércoles 10 de agosto, un joven conocido simplemente como Steve intentó escalar la Torre Trump de Nueva York. La policía atrapó al escalador ilegal antes de que lograra su hazaña pero ¿cómo es posible escalar un edificio de 200 metros cuya fachada es una sucesión plana de ventanas de cristal?
La respuesta se puede apreciar muy bien en las fotos que la agencia AP tomó de Steve durante su ascenso. La única forma de escalar una pared de cristal a día de hoy es usando un tipo especial de ventosas de gran tamaño denominadas copas de succión. Incluso así, es un proceso complicado.
Las copas de succión industriales son herramientas que se utilizan para que los operarios que trabajan con vidrio puedan sujetar y transportar láminas de cristal de gran tamaño de forma segura (para ellos y para el cristal). No son simples ventosas, aunque funcionan por el mismo principio, una válvula extrae el aire entre la ventosa y el cristal, generando un vacío y una presión menor a la atmosférica que mantiene la copa de succión firmemente anclada a la superficie.
Basta activar de nuevo la válvula para dejar entrar aire y hacer que la copa de succión se suelte. Las que Steve usó para su aventura en la Torre Trump son similares a las que mostramos sobre estas líneas. Cada una de ellas aguanta 70 kilos de peso sin soltarse.
El equipo de escalada de Steve constaba de cuatro de estas ventosas. Dos de ellas para las manos, y otras dos con correas para apoyar los pies. La ascensión con este método es lenta y engorrosa, porque hay que ir moviendo y asegurando las ventosas una a una mientras se gana altura. Además, la suciedad de los cristales influye en la adherencia de las ventosas y hace la ascensión aún más peligrosa.
La policía atrapó a Steve a la altura del piso 21 desde una ventana cercana, pro no es la primera vez que un escalador rebelde emprende una ascensión parecida con éxito. En 1981, Dan Goodwin escaló la Torre Sears de Chicago (442 metros). La hazaña le valió el apelativo de Spider-Dan. [vía Washington Post]