¿Puede el sonido mantener objetos en el aire? Por supuesto que sí. La levitación mediante ultrasonidos es uno de los fenómenos más interesantes de la física. Se puede utilizar para hacer flotar, por ejemplo, pequeñas bolitas de plástico pero ¿qué ocurre si intentamos hacer levitar fluidos? Este vídeo lo muestra.
Un dispositivo de levitación por sonido consta básicamente de dos transductores opuestos que emiten ultrasonidos en la misma frecuencia. Aunque inaudibles para el ser humano, las ondas ejercen una presión sobre el aire, como un pequeño colchón invisible. Si sincronizamos las ondas de ambos transductores, obtenemos lo que se conoce como una onda estacionaria.
Esta onda se caracteriza porque en algunos puntos no oscila. La presión del sonido ejerce una fuerza capaz de mantener objetos pequeños y ligeros en el aire. También se pueden hacer levitar fluidos, pero si la gota es muy grande, explota. A simple vista la razón por la que esto ocurre no se puede apreciar, así que en Smarter Every Day han puesto el emisor de ultrasonidos frente a una cámara de alta velocidad Phantom V25 II capaz de grabar a 20.000 fotogramas por segundo.
La explosión de la gota de agua se explica mediante la denominada Ley de Laplace, que es la que relaciona la presión dentro de la gota de agua con su tamaño y la tensión superficial del fluido. Explicado de forma muy breve, lo que ocurre es que, si el tamaño de la gota se hace demasiado grande, o la frecuencia del sonido se altera, la tensión superficial es insuficiente para mantener la integridad de la gota y esta explota, saliendo del punto neutro en el que el sonido la mantiene en el aire y afectando a las gotas a su alrededor. Podéis ver la explicación competa en el vídeo a continuación. [vía Smarter Every Day]
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