A mi casa suelen llegar bastantes dispositivos para que los pruebe. Cuando termina el periodo de préstamo los vuelvo a meter en su caja y espero al mensajero. Los Mavin Air-X son uno de los pocos casos en los que me gustan tanto que llevo dos semanas pensando excusas para no devolverlos.
¿Los qué?
No te preocupes si no te suenan de nada. Es normal. Mavin es una pequeña compañía californiana nacida en 2013 al abrigo de Qualcomm. Su único producto hasta la fecha son unos auriculares inalámbricos llamados Mavin Air-X. Son relativamente complicados de encontrar en algunos países, pero se pueden comprar en Amazon Estados Unidos por 179 dólares.
Los Air-X Son de esos pequeños auriculares internos que se han puesto tan de moda desde que Apple lanzara los AirPods. Al igual que estos, se guardan en una pequeña cajita que hace las veces de estación de carga, pero ahí terminan las semejanzas. Desde el punto de vista de diseño se parecen más a los Sennheiser Momentum True Wireless, lo que de paso es estupendo, porque los AirPods me parecen visualmente espantosos.
Su sonido probablemente no llegue a los extremos de los Sennheiser (no los he probado, pero la electrónica no es tan buena). Lo que sí puedo decirte es que tienen un sonido muy bueno con una serie de extras que te cambiarán la vida. Sí, literalmente.
¿Qué tienen de especial?
Antes de entrar a hablar del sonido o de la ergonomía hay que mencionar lo que hace tan especiales a los Air X. Se trata de los primeros en integrar el chip Qualcomm QCC3026, un SOC Bluetooth a baja potencia con dos características principales: tiene un alcance efectivo de 30 metros y un consumo de batería absolutamente ridículo.
Lo primero que notas con ese chip es que el sonido no sufre de interferencias por mala calidad de señal como en otros auriculares Bluetooth. Da igual donde escondas el móvil o que te lo dejes en la otra punta de la casa a unos 12 metros de distancia. Sigues escuchando la música perfectamente. Al aire libre, la señal se mantiene firme y estable exactamente 30 metros. Lo he comprobado. A partir de ahí comienza a sufrir cortes y hay que regresar al radio de alcance.
La arquitectura también es diferente a la de otros modelos. No es que el móvil se conecte a uno de los auriculares y este al otro. El móvil se conecta a los dos a la vez (se pueden ver en la lista de dispositivos conectados). Ello reduce la latencia, mejora el consumo de batería y la calidad del estéreo.
En cuanto a la autonomía, el chip de bajo consumo de Qualcomm la dispara hasta las 10 horas. La cajita de carga alarga aún más esta cifra hasta cincuenta horas. No he contado las horas una por una, pero en las dos semanas que llevo con los Air X solo he cargado la base dos veces usándolo todos los días.
Sonido
A nivel de audio, los auriculares se basan en un diafragma fabricado en PEEK (Polieteretercetona), un polímero resinoso extremadamente ligero y resistente que se emplea en aplicaciones médicas y en la industria aeroespacial entre otras cosas. Se trata, en definitiva, de un buen material y un ejemplo del mimo que Mavin ha puesto en estos auriculares. El altavoz interno tiene una impedancia de 16 ohmnios con un rango de frecuencias de 20Hz a 20kHz.
El sonido que entregan los Air X es fantástico. En canciones acústicas como Old de Spain, de Katzenjammer, se aprecian detalles como los dedos recorriendo rápidamente las cuerdas del banjo al cambiar de traste o el sonido complejo que produce el bombo y que consta de diferentes ruidos combinados inapreciables en un archivo de baja calidad. Si subes el volumen lo suficiente y te los ajustas bien es posible notar el chasquido de los labios de las cantantes al terminar algunas sílabas. Maravilloso.
El chip de Qualcomm cuenta con refuerzo de graves y la última versión del Codec APTX para mejorar la transmisión de señal a través de Bluetooth. También cuenta con cierto grado de cancelación de ruido. No es total, pero aisla mucho del sonido ambiental. En cuanto al filtrado de nuestro sonido al exterior, es mínimo. Con ellos puestos y el volumen al máximo las personas del entorno apenas escuchan la música. Con el volumen un poco más moderado tienen que acercar su oreja a la tuya.
En llamada, los Air X ofrecen un buen sonido estéreo en llamadas normales o por aplicaciones como WhatsApp. Hasta la fecha nadie se ha quejado de la calidad de mi voz en llamada, ni siquiera en exteriores con viento o espacios ruidosos.
Ergonomía
Cada auricular pesa 4,5 gramos y se sujeta mediante una almohadilla intercambiable de varios tamaños. Una funda de goma adicional sirve para mejorar el agarre y proteger los auriculares en caso de que los vayamos a usar para hacer ejercicio. De todos modos los Air-X son resistentes a las salpicaduras y el sudor.
La ergonomía es uno de los puntos que más me ha enamorado de los Air-X, pero reconozco que es un punto absolutamente subjetivo. Me resulta del todo imposible, por ejemplo, mantener los AirPods en las orejas, ni con truco ni sin él. Estos, sin embargo, me han encajado como un guante desde el principio, pero conozco a gente a la que no se les mantienen con la misma eficacia. Cuestión de forma de la oreja de cada uno. También me resultan muy cómodos de llevar durante largos períodos.
En cuanto a los controles, cada auricular solo tiene un botón de gran tamaño (la plataforma sobre la que véis el logo). Cada función se diferencia mediante tres tipos de pulsaciones: clic, clic largo (más de un segundo) y doble clic. Las funciones son contextuales. En otras palabras, varían en función de si estás en llamada, si le hablas a Siri o si estás escuchando música. A poco que las uses acabarás recordándolas, y los botones son tan grandes que no hay problema a la hora de encontrarlos a ciegas. El problema es justo el contrario. Es posible que pulses el botón accidentalmente al ajustarte los auriculares hacia dentro en el oído. Cosa que tendrás que hacer con bastante frecuencia si los sacas a correr.
A poco que salgamos a correr con ellos, los Air-X no se caen, pero tienden a aflojarse un poco, lo que empeora mucho la calidad del sonido, especialmente en los graves. No es que no puedas correr con ellos, pero no son los mejores para hacer deporte.
Otra manera de escuchar música
Al principio de este análisis decía que los Air X te cambian la manera de escuchar música. Trataré de explicarlo. Al principio leía la especificación de Qualcomm de los 30 metros de alcance y me rascaba la cabeza pensando: “¿Para qué quiero tanto alcance? los 10 metros del Bluetooth normal son más que suficientes para un dispositivo que de todos modos vas a llevar siempre con el móvil ¿no?
Pues resulta que no. El alcance extendido de los Air-X hace que poco a poco comiences a usar los auriculares de otra manera. Puedes, por ejemplo, dejar el móvil en la mochila y recorrer todo el gimnasio sin preocuparte de perder la señal. Lo mismo ocurre en casa o en la oficina. Se acabó el cargar con el móvil a todas partes. Llevas solo los auriculares. Igualmente, es una buena manera de estar al tanto de llamadas cuando caminas por la oficina sin tener que tener el móvil delante. Lo cómodos que son hace que puedas llevarlos puestos solo por si alguien llama.
Por su parte, la autonomía hace que escuches mucha más música porque le pierdes el miedo a quedarte sin batería. También abre las puertas a un nuevo mundo de podcasts, un formato que tradicionalmente es problemático para la batería por la larga duración de cada episodio. Los fanáticos de dormirse con ruido blanco pueden hacerlo con el único temor de tener que buscar los auriculares entre las sábanas al día siguiente.
Uno de los productos, en definitiva, que más me ha gustado de 2018. Estoy tentado de fabricar una réplica en regaliz, dársela a mi hija, grabarlo y decirle a Qualcomm que Valeria se comió el auricular que me prestaron, pero ese tipo de cosas siempre acaban como el guión de una Sit-Com. Mejor esperar a mi cumpleaños. Muy recomendables.