
¿A dónde irías si una enfermedad contagiosa mortal se extendiera por todo el planeta amenazando a la humanidad con la extinción? La pregunta es, por fortuna, del todo hipotética, pero un equipo de investigadores se ha propuesto responderla. Su resultados no son tan obvios como parecen.
Lo primero que nos viene a la cabeza si pensamos en el refugio ideal en caso de una pandemia es una pequeña isla lo más apartada posible del continente y cuánto menos comunicada mejor, pero un nuevo estudio publicado en la revista Risk Analysis matiza mucho esta idea. Los autores del informe explican que aunque un lugar así proporcionaría un nivel de aislamiento óptimo en el caso de que toda la población del planeta comenzara a enfermar gravemente, sus posibilidades de sobrevivir a largo plazo y servir de base a una nueva civilización pueden ser escasas debido a la falta de recursos y a una inadecuada cualificación técnica de sus habitantes.
El estudio explica que los mejores lugares para sobrevivir a un apocalipsis son islas separadas del continente y sin fronteras con otros países, sí, pero hay más factores a considerar. Debe haber una cantidad de población suficiente que los autores estiman en alrededor de 250.00o personas. También es necesaria una mínima cantidad de infraestructuras que proporcionen elementos básicos para nuestra civilización como energía, y un cierto nivel tecnológico y científico. Eso por no mencionar la presencia de recursos naturales disponibles de cara a una eventual necesidad de autoabastecerse durante mucho tiempo. Finalmente hay que considerar la propia estabilidad política y social de ese rincón del planeta. De poco sirve sobrevivir a una pandemia mortal si acabas en una isla en la que los habitantes mueren de otras enfermedades más mundanas por falta de atención médica, o se matan entre ellos compitiendo por la comida.
Con todos estos datos en la mano, el estudio elabora una lista de los lugares con más posibilidades de sobrevivir, y los tres con mejor puntuación son Australia, Nueva Zelanda e Islandia. Inmediatamente por debajo está Japón, muy avanzado tecnológicamente, pero excesivamente poblado y con problemas para abastecerse por sí solo sin ayuda externa. Tras Japón encontramos otros países insulares muy aislados, pero cuyo nivel científico o económico no es tan óptimo: Barbados, Cuba, Fiyi o Jamaica. Finalmente hay pequeñas islas que también puntúan alto aunque tienen otros problemas derivados de su tamaño, su disponibilidad de recursos o su cercanía al continente. En este grupo figuran Malta, la isla de Hokkaido en Japón, o Tasmania.

Los autores aclaran que hay muchos otros factores a considerar que no están incluidos en el estudio. Muchos de estos lugares son proclives a catástrofes naturales y hasta el mismo cambio climático podría ser un factor decisivo en un futuro cercano. Finalmente está la cuestión de la cuarentena. La supervivencia de uno de estos países dependería mucho de su rapidez a la hora de cerrar completamente las fronteras en caso de pandemia.
En otras palabras, si la epidemia global ya se ha desatado, probablemente ya no puedas viajar a Islandia y, si llegas, no te dejarían entrar. Si quieres vivir en un lugar a prueba de apocalipsis víricos probablemente sea buena idea mudarte allí antes de que sea demasiado tarde. Los ricos de Silicon Valley ya están comprando propiedades en Nueva Zelanda por si acaso.
¿De cuánto tiempo dispones para hacer las maletas? Es una buena pregunta. De momento no hay pandemias a la vista, pero los científicos advierten de que la aparición de una de estas plagas es una cuestión de tiempo. El experto en salud pública Nick Wilson, uno de los autores del estudio, explica que los avances en biotecnología perfectamente pueden desencadenar por accidente una pandemia con la capacidad de barrer a toda la población del planeta. La propia OMS tiene un plan para actuar en caso de que se desate una pandemia para la que ni siquiera tenemos nombre (la llaman Enfermedad-X). Hasta el cambio climático puede acabar desenterrando virus de hace millones de años para los que no estamos preparados. Que pases un buen día, sobre todo si vives en Islandia. [Risk Analysis vía Science Alert]