En 2013, una mujer aquejada de reumatismo pidió consejo a una defensora de la medicina tradicional china. Con la esperanza de aliviar el dolor de sus piernas, la mujer decidió comerse cinco ranas vivas. Cinco años después, los médicos descubrieron una lombriz solitaria de 13 centímetros en su seno derecho.
Ocurrió en la provincia de Zhejiang, en China. Tras comerse cinco ranas vivas que supuestamente funcionarían como analgésico para sus extremidades, la mujer no notó mejoría sino todo lo contrario. Según el South China Morning Post, con el paso de los años empezó a encontrarse aún más incómoda y a experimentar todo tipo de dolores en el estómago, los senos y los ojos.
Solo cuando descubrió un bulto en uno de sus pechos, la mujer decidió ir al médico, quien determinó que había que operar. El cirujano se sorprendió al ver que la causa del bulto era una tenia de 13 centímetros de la especie Sparganum mansoni. Este parásito es común en perros y gatos, pero no en humanos.
Después de escuchar la historia de la mujer, un equipo médico llegó a la conclusión de que la lombriz solitaria que fue hallada en su seno probablemente había crecido a partir de larvas que estaban dentro de las ranas crudas que comió cinco años atrás, en un intento desesperado por curarse el reuma.
El año pasado, un estadounidense adicto al pescado crudo expulsó una solitaria de dos metros que no tenía precedentes en la literatura médica. Los investigadores del caso señalaron que podía ser una variante de la tenia japonesa que estaba infectando al salmón silvestre de Alaska.