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Fui de público a un torneo de Fortnite y ahora siento pena por los youtubers

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A Manuel “Lolito” Fernández (Málaga, 1990) los videojuegos le cambiaron la vida dos veces. La primera, cuando se apoyó en ellos para desengancharse de la marihuana. La segunda, cuando empezó a jugar a Fortnite. Ahora es uno de los streamers más populares de España y uno de los jugadores más admirados e imitados del género battle royale.

El sábado, Lolito volvió a su ciudad natal para jugar una “partida épica” contra un puñado de youtubers más o menos conocidos y varias docenas fans. Tres horas antes de que empezara, ya se habían llenado todas las sillas en torno al escenario; la organización decidió retirarlas. Miles de personas empezaron a gritar con cada puerta que se abría, con cada movimiento entre bastidores, como si estuvieran en un concierto de pop.

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En medio de una onda expansiva de gritos, una chica levantó el teléfono y tomó una foto borrosa en la que se distinguían el destello azul de un foco y un montón de cabezas. “Se supone que ahí detrás está Lolito”, escribió, antes de subirla a sus historias de Instagram. Daba la sensación de que toda esa gente había venido a ver a Lolito, a pesar de que Gamepolis —la feria de videojuegos que organizó el evento— alojaba muchos otros torneos y atractivos, entre ellos una demo en primicia de Super Smash Bros. Ultimate.

“Hemos venido principalmente a ver a Lolito”, me confirmó José Antonio, de 20 años. “Lo sigo desde Navidad, con todo el boom de Fortnite”. ¿Y dónde veis a Lolito, en YouTube o en Twitch?, pregunté. “Por Twitch, en directo”, respondió Sigrid, una alhaurina de 21 años a la que el juego en sí no se le da nada bien. “Solemos verlo por Twitch”, concidieron Rafa y su hijo Nacho, de 11 años. ¿Y el juego no te parece difícil?, le dije a Nacho. “Cuando llevas tiempo jugando se te empieza a dar mejor”, contestó el niño, que lo juega en Nintendo Switch. “En PC es distinto”, añadió el padre. “El nivel es superalto; te empiezan a construir y es muy difícil”.

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Hay una cosa que me llama la atención de Fortnite: Battle Royale. No es un juego fácil para novatos (de hecho, puede ser bastante frustrante al principio) y sin embargo es muy agradecido para el streaming. Es un juego divertido, fácil de entender y bastante simple, a pesar de mezclar los disparos de supervivencia con elementos de Minecraft (tienes que recolectar materiales para construir rampas y fuertes durante los enfrentamientos).

¿Por qué creéis que ha triunfado el Fortnite?, pregunté. “Porque es gratis”, dijo Sigrid. “Es un juego simple, la gente se divierte y al final se compra skins”. En Fortnite, nadie puede pagar para mejorar su equipo. El dinero solo desbloquea texturas nuevas para tu personaje que te distinguen como jugador experimentado. También puedes desbloquear esas recompensas completando desafíos del tipo “elimina 10 rivales”. Un jugador novato puede matar a uno o dos rivales en una partida. El récord de Lolito es 34.

Cuando por fin encendieron el proyector sobre el escenario principal, la gente enloqueció. A juzgar por los planos del público, me encontraba entre un montón de adolescentes varones, varias chicas de la misma edad y algunos niños con sus padres. Durante unos segundos apareció en la pantalla un teléfono con el mensaje “VIVA HACIENDA”. La cara de Lolito saltó a los medios generalistas a finales del mes pasado cuando anunció, con la honestidad que le caracteriza, que se mudaría a Andorra para pagar menos impuestos. “A mí España me ha dado muy poco”, se justificó.

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A las cinco de la tarde, diez jugadores invitados (entre ellos Lolito, Kronno Zomber, Alvaro845 y Zorman) subieron al escenario principal y se sentaron en sus ordenadores. Jugarían en modo solitario contra 30 influencers y 60 personas anónimas que habían ganado un sorteo. Hubo una cuenta atrás de cinco minutos... y la partida empezó sin Lolito. Un fallo con los servidores había echado a la estrella de la partida, que finalmente se retrasó una hora.

Cuando por fin empezó, los realizadores se centraron en la pantalla de Lolito. A mi lado, un chico se quejó en voz alta de la resolución. Lolito había configurado el juego a 1440 x 1080 para que los rivales se vieran más anchos por el efecto achatado de esta resolución en una pantalla panorámica. Por lo demás, la partida no tuvo nada fuera de lo corriente.

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El malagueño decidió aterrizar lejos del resto de jugadores para picar materiales tranquilo, pero no encontró muchas armas. Mató a dos rivales con bombas C4 y empezó a avanzar lentamente hacia la zona segura del juego (una tormenta amenaza con herirte si te quedas demasiado tiempo lejos del resto de los jugadores). Sin embargo, murió de un escopetazo en el puesto 38 a manos de un jugador del público que moriría segundos después dentro de la tormenta. Primer fracaso.

La realización se centró entonces en Kronno Zomber, quien dio algunos tiros certeros con el rifle de caza pero tampoco consiguió llegar al final de la partida. El primer juego lo ganó Oriol Bretón, alias Ryux, jugador profesional de ASUS ROG Army que mató a 9 rivales. Su partida seguramente fue más emocionante que la de los youtubers que estaban sobre el escenario, pero no nos la mostraron. Apenas vimos acción.

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Segunda partida. La realización volvió a ponernos a Lolito, quien de nuevo prefirió no arriesgar y aterrizó lejos de las zonas más saturadas de rivales. A continuación vimos cinco minutos del malagueño recolectando madera (Lolito es un constructor intensivo y necesita muchos materiales para sentirse cómodo). En un momento se encontró con otro jugador e intentó asediarlo (rushearlo, en el argot del juego), pero el otro tenía la ventaja de la altura y lo mató. Lolito quedó esta vez en el puesto 44. Segundo fracaso.

Después nos pusieron a Alvaro845, conocido por jugar al Clash Royale. Su partida resultó ser más aburrida que la de Lolito: pasó un tiempo escondido (campeando, en el argot) y acabó poniéndose nervioso en un mano a mano. Se equivocó de tecla, sacó el pico y murió de un escopetazo. Mientras tanto Ryux, que acabó ganando el torneo, tenía el contador en 12 muertos. Seguir la partida de este chico habría sido definitivamente más emocionante.

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Entonces ocurrió algo inesperado. Antes de que terminara la segunda partida, Lolito se levantó de su puesto, dijo por el micrófono que tenía que irse a otro torneo y se fue, sin más. El pabellón perdió dos tercios de su público (había cosas más interesantes que hacer en la feria) y yo decidí marcharme también. Entre la realización centrada en los youtubers y los problemas de sonido (había un locutor, pero nada de lo que decía era inteligible), preferí dar una vuelta entre cosplayers.

Lolito se había ido a competir en el Summer Skirmish de Epic Games, que tenía un premio de 500.000 dólares. Tampoco le fue bien. Ganó una partida, pero no hizo suficientes kills para acercarse al premio, así que abandonó antes de terminar. “No sé jugar a este juego ya”, dijo frustrado. “Tanto viaje y tanta mierda. No me acuerdo cómo se jugaba a esto”, añadió.

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Lolito llegó a Málaga fuera de forma y se fue enfadado consigo mismo, convencido de que necesitaría rechazar otras invitaciones a eventos para recuperar el nivel que lo hizo famoso. Según Diario SUR, cobró 10.000 euros por participar durante algo más de una hora en el torneo de Gamepolis. Su presencia sirvió para batir el récord de asistencia a la feria (se estima que han venido 50.000 personas de toda España), pero también para decepcionar a algunos asistentes que lo abuchearon desde la grada.

En mi paseo por la feria, me di cuenta de una cosa. Al contrario de lo que yo creía, los fans no perdonan cualquier cosa a sus ídolos. Si bajas el nivel, se van a ver otra cosa. Si bajas el ritmo, se desuscriben. Los youtubers pueden ganar mucho dinero, pero en YouTube (y en Twitch) hay muchas otras opciones igual o más entretenidas que compiten por el mismo pastel. Ser streamer es estar sometido a mucha presión; que te señalen cuando fallas. La única que gana siempre es Epic Games, la desarrolladora de Fortnite.

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¿Cuánto creéis que va a durar la moda del Fortnite?, pregunté. “Yo creo que va a pasar como con el League of Legends, que se va a quedar muchos años aunque lleguen otros juegos que se pongan de moda”, dijo José Antonio. “Epic Games lo está haciendo muy bien”, añadió Rafa. “Las cosas que gustan las dejan y las que no, las quitan. También hay un montón de youtubers que no paran de darle bombo. Yo creo que este juego va a durar mucho, mucho, mucho tiempo”.