2017 no está siendo un buen año para los ejecutivos de Uber. La compañía se ha visto envuelta en dos grandes polémicas, incluyendo las quejas públicas de una empleada que aseguró haber sido acosada en la empresa. Ahora, el director ejecutivo ha sido grabado discutiendo y gritándolo a uno de sus conductores.
Travis Kalanick, director ejecutivo (CEO) de Uber, suele desplazarse a bordo de coches negros de Uber, los modelos más lujosos que existen desde mucho antes que UberX. Esta semana fue visto a bordo de uno de estos coches acompañado por dos mujeres. Durante el traslado estuvo conversando con ellas. Al bajarse las mujeres, el conductor aprovechó para comentar su descontento con el CEO, lo que terminó en una discusión y los gritos de Kalanick.
El conductor, Fawzi Kamel, es uno de los tantos afiliados a Uber que aseguran haberse visto muy afectados por los constantes cambios en las políticas de la empresa. Kalanick ha decidido durante los últimos años bajar las tarifas cada cierto tiempo, y los viajes en coches negros no han sido la excepción a la regla. Según Kamel, lo que comenzó con un precio de 20 dólares la milla ahora es de apenas poco más de 3 dólares la milla.
Esto ha llevado a Kamel a la bancarrota, y se lo reclamó al ejecutivo, asegurando que “ya nadie confía en él”. La discusión terminó en gritos y una respuesta bastante agresiva por parte de Kalanick, quien le dijo al conductor, en resumen, que deje de culpar a otros por sus problemas. Bloomberg obtuvo un vídeo de la conversación.
La discusión comienza en el minuto 3:50.
A continuación, la transcripción (en español) de la discusión:
Fawzi Kamel (conductor): Buenas noches.
Kalanick: Un gusto verte, amigo.
Kamel: Un gusto verte también. No se si me recuerdas, pero está bien.
Durante la siguiente parte de la conversación, Kamel le explicó lo afectado que está por culpa de la estrategia de Uber en cuanto a sus tarifas. En el caso de los coches negros, los conductores ganan cada vez menos dinero debido a la reducción de las tarifas.
Kalanick: No estamos reduciendo las tarifas de los negros.
Kamel: Pero en general, el precio es- [muy bajo]
Kalanick: Tenemos que hacerlo, tenemos rivales en el mercado. Si no lo hiciéramos sería el fin de nuestro negocio.
Kamel: ¿Competencia? Vamos, tienen este modelo de negocio en la palma de la mano. Podrían haber mantenido los precios que quisieran, pero en cambio eligen regalarle viajes a todo el mundo.
Kalanick: No, no, no. Me estás malinterpretando. Comenzamos con un mercado bastante exclusivo y no nos acercamos a un mercado con precios más bajos porque quisiéramos. Lo hicimos porque tuvimos que hacerlo, o hubiese sido el fin de la empresa.
Kamel: ¿Qué? ¿Te refieres a Lyft? Vamos, Lyft es irrelevante en comparación con Uber.
Kalanick: Lyft puede parecer irrelevante porque ya los derroté. Pero si no hubiese hecho las cosas que hice nos habrían derrotado ellos a nosotros, te lo aseguro.
Kamel: Pero la gente [conductores] ya no confía en ustedes... Perdí 97.000 dólares por tu culpa, estoy en bancarrota por tu culpa. Sí, sí, sí. Tu todos los días cambias, todos los días cambias alguna cosa.
Kalanick: Espera un segundo, ¿qué se supone que he cambiado de los negros?
Kamel: Cambiaste todo el negocio, bajaste los precios.
Kalanick: ¿En los negros?
Kamel: Sí, así es.
Kalanick: Eso es falso (la palabra exacta que usó, en inglés, fue “Bullshit”).
Kamel: Comenzamos con $20.
Kalanick: Falso, es falso.
Kamel: Comenzamos con $20. ¿Cuánto cuesta la milla ahora, $2.75?
Kalanick: ¿Sabes algo?
Kamel: ¿Qué?
Kalanick: A muchas personas no les gusta tomar responsabilidad de su propia mierda y problemas, prefieren culpar a alguien más. ¡Buena suerte!
Kamel: Buena suerte a ti también, aunque se que no llegarás muy lejos.
Después de esto, Kalanick se bajó del coche y siguió con su vida. Kamel, por su parte, al menos pudo desahogarse y reclamar al ejecutivo lo que asegura que piensan la mayoría de conductores afiliados a Uber. [vía Bloomberg]