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He visto X-Men: Apocalypse y ya se cómo se destruye un universo cinematográfico

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Todo aquello que han construido se derrumbará, y con las cenizas de su civilización crearemos un mundo mejor. Ese es el discurso que Apocalipsis pronuncia en el tráiler de la nueva entrega de X-Men. El truco está en que no es el poderoso villano de la película el que habla. En realidad es su director, Bryan Singer.

Esta es una crítica completamente libre de spoilers. Puedes leer tranquilamente.

Destruir un mundo para crear otro

Decíamos que la frase de Apocalipsis no puede ser más afortunada, porque eso es precisamente lo que ha hecho Bryan Singer con el universo cinematográfico que él mismo creó. Parece que fue ayer, pero la primera película de los X-Men se estrenó nada menos que en el año 2000, e inició una trilogía que terminó con X-Men: The Last Stand en 2006. Han pasado 10 años de aquella trilogía, y el universo mutante necesitaba una renovación.

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Esa renovación comienza con X-Men: First Class (2011). En ella el productor Lauren Shuler Donner tiene la grandísima suerte de hacerse con un plantel de actores muy carismáticos que logran eclipsar a los de las tres primeras películas. Aunque Patrick Stewart e Ian McKellen son adorables y están estupendos como Charles Xavier y Magneto, James McAvoy y Michael Fassbender consiguen superarlos en First Class con una interpretación bastante más intensa y que conecta mejor con el público.

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Descubierto el filón de talento interpretativo, Bryan Singer decide unir a los actores de ambas sagas en un batiburrillo temporal endemoniado llamado X-Men: Days of Future Past (2014). En esa película, Singer se las apaña para contar al espectador que todo lo que ocurre en las tres primeras entregas sucede en un universo alternativo y que ya no es válido. Hasta logra mantener en la saga a Hugh Jackman en una pirueta temporal digna del circo.

La destrucción del universo cinematográfico original tiene su último capítulo en X-Men: Apocalypse. La buena noticia es que, pese a su nombre, no solo destruye las tres primeras películas. También sirve para sentar las bases de las nuevas, y ceder el testigo a un nuevo y dinámico grupo de jóvenes actores que darán vida al grupo de superhéroes en las próximas películas.

En definitiva, Bryan Singer ha logrado crear un universo cinematográfico sólido a partir de las cenizas de sus propias películas (que son memorables a su manera, pero ya se habían quedado un poco viejas). Es un logro más que importante para un solo cineasta. También es interesante desde el punto de vista fílmico porque es un adelanto de lo que ocurrirá con el universo de los Vengadores más tarde o más temprano.

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Dentro de unos años, los actores de esa otra saga se hartarán de hacer de Thor, de Iron Man o de Hulk, y los guionistas tendrán que encontrar una manera de hacer el relevo generacional. El espectador atento ya habrá visto los primeros atisbos de ese relevo en Captain America: Civil War.

¿Entonces voy a verla o no?

Respuesta corta: sí. X-Men: Apocalypse es una película entretenida. No pasará a la historia como una obra maestra ni me parece tan sólida como First Class, pero si te gusta el cine de acción o de superhéroes, la encontrarás muy disfrutable con tan solo algunos puntos negativos.

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En cuanto a si puedes ver la película como una pieza independiente, es posible, pero te estarás perdiendo bastante. En términos estrictos, First Class, Days of Future Past y Apocalypse son tres piezas de una trilogía. Probablemente vengan más a juzgar por el final abierto.

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Desde el punto de vista narrativo, el guión de X-Men: Apocalypse es correcto. Echo de menos algo más de sustancia en los diálogos, que a veces no tienen mucho sentido, pero las escenas de acción compensan la falta de conversaciones inteligentes y algunos momentos en los que no sabes muy bien por qué un personaje decide actuar de un modo u otro sin que parezca tener motivos para ello.

Por cierto, una nota para los entusiastas de Marvel. Bryan Singer se pasa el lore de los cómics por su cinematográfico trasero. Prácticamente nada coincide con lo ocurrido hasta ahora en papel y los orígenes de algunos personajes son flagrantemente diferentes. No pasa nada, pero respirad hondo y relajaos antes de entrar en la sala.

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Nos gusta:

  • James McAvoy le ha pillado muy bien el punto a hacer de Charles Xavier. Los nuevos Nightcrawler y Storm son también excelentes. Nada que ver con el desastroso Nightcrawler de Alan Cumming ni con Hale Berry.
  • Evan Peters se sale de la escala como Quicksilver. Singer es consciente de las simpatías que suscitó el personaje en Days of Future Past, así que en esta le ha dado mucha más cancha. Muy bien y muy divertido.
  • Aparte de efectos especiales muy competentes, las escenas de acción están bien montadas. Probablemente es la película de los X-Men más espectacular hasta la fecha.
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  • Hay que hacer una mención especial a Oscar Isaac, que le pone el alma y la vida a hacer de Apocalipsis. Desafortunadamente, el diseño de vestuario y la dirección de arte le hacen muy flaco favor. Bryan Singer, te lo dijeron cuando se publicó la primera imagen, y te lo seguimos diciendo ahora: Apocalipsis a ratos impone y a ratos parece un villano de los Power Rangers, y no es culpa de Isaac.
  • Wolverine no solo aparece en el film, sino que tiene un papel importante. Hugh Jackman se las ha apañado para seguir interpretando al personaje sin que la cosa chirríe.
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No nos gusta:

  • Jennifer Lawrence, entrega las armas y suelta a los rehenes. De verdad, sabemos que te gusta mucho hacer de Mística, pero la cantidad de minutos que acaparas en esta película es sencillamente ridícula. Eso por no mencionar que la manera en la que el guión te da coba una vez tras otra no tiene sentido y hace que el resto de personajes luzcan estúpidos. Tu personaje es secundario, lo ha sido siempre, y tu empeño por destacar en la escuela de Xavier está perjudicando la saga. Eres muy cansina.
  • Psylocke (me niego a llamarla Mariposa Mental) es un personaje interesante y Olivia Munn lo interpreta bien, pero apenas le dan oportunidad de lucirse más allá de unas pocas escenas. Más Munn y menos Lawrence, por favor.
  • El Magneto de Fassbender acusa cansancio y algo nos dice que dejará de ser un habitual después de este film. Jean Grey y Cyclops no pueden ser más sosos. Que alguien les invite a unas copas a Sophie Turner y Tye Sheridan a ver si se animan un poco.
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  • El diseño de vestuario corre a cargo de Louise Mingenbach. Lo siento mucho, pero no me gusta su trabajo. No me gustó en las primeras entregas de X-men, no me gustó en Days of Future Past, ni me gustó en X-Men origins: Wolverine o en la serie Divergente. Creo que recarga demasiado los uniformes y los hace demasiado satinados. Están más cerca de Batman Forever y de los Power Rangers que de los magníficos y sobrios trajes de X-Men: First Class, y eso no es un cumplido. Parte del problema con Apocalipsis es culpa precisamente de esta señora. Estéticamente, Arcangel es un desastre.
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No queremos cerrar con los puntos negativos, así que vamos a hacerlo con dos anotaciones. La primera es que la película dura dos horas y media (144 minutos). No se hace larga, pero recordad pasar por el baño antes.

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La segunda nota es que hay una escena post créditos muy, muy interesante, pero que solo entenderán los que conozcan a fondo los cómics. En ella se insinua la próxima aparición de uno de los mejores y más retorcidos villanos que quedaban por salir en el universo mutante Marvel. Hemos dicho que sin spoilers, así que no vamos a decir quién es. Id a verla al cine.


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