Intenté dejar Amazon Prime. No salió muy bien

Intenté dejar Amazon Prime. No salió bien.
Intenté dejar Amazon Prime. No salió bien.
Illustration: Jim Cooke
By
We may earn a commission from links on this page.

Cuando me enteré de que el precio para una subscripción de Amazon Prime subiría de 99 a 119 dólares en EE.UU. el año pasado, me empecé a preguntar si podría vivir sin el servicio.

El incremento de 20 dólares que tendría que pagar cuando se renovaba mi cuenta de forma automática no era mucho dinero. Pero ver la cantidad aumentar a más de 100 dólares me provocaba dudas. ¿De verdad necesitaba poder recibir paquetes llenos de todo lo que quería en solo dos días? ¿Merecía la pena pagar la cuota de membresía?

No puedo tomar el crédito por la idea de intentar vivir sin lo que me gusta considerar “la tienda de todo del Tío Jeff”. Me inspiró mi compañero de Gizmodo Adam Clark Estes, que reveló sus dudas sobre Amazon Prime el verano de 2018. Él se dio cuenta de que la comodidad de Prime y los otros servicios de Amazon le estaban haciendo dependiente de la empresa en eterno crecimiento. Y no le gustó.

Repasé mis hábitos de compra en Prime y me di cuenta de que aunque gastaba menos que el cliente promedio de Prime, que gasta alrededor de 1.400 dólares al año, gasté más de 1.000 dólares en la web. A continuación pueden ver la actividad de mi cuenta durante el último año que tuve Prime.

septiembre de 2017 – agosto de 2018

  • Total gastado: 1058,28 dólares
  • Pedidos: 57
  • Categorías más frecuentes: Salud y belleza, libros, artículos para casa
  • Pedidos de más de 25 dólares: 22,8%

Esta actividad me sorprendió. Un 77% de mis pedidos no llegaron a los 25 dólares, lo cual es la cantidad mínima para poder conseguir el envío gratis de Amazon en EE.UU. Esto significaba que estaba haciendo muchos pedidos pequeños en el momento que creía que necesitaba algo en vez de esperar hasta que podía hacer un pedido más grande. Casi un 30% de mis pedidos contenían solo un artículo.

Decidí que necesitaba dejar de hacer eso. Cuando mi membresía a Prime se caducó en noviembre de 2018, prometí que iba a probar otras vías, online y en persona, para intentar cumplir con mis necesidades de compra. Claro que seguiría usando Amazon cuando necesitaba su comodidad o el acceso a una gran variedad de productos. Pero no sería mi primera opción.

Sin embargo, mi plan no funcionó. Fracasó de una forma increíble.

No realicé un seguimiento de lo que gasté en Amazon en tiempo real a lo largo del último año que no tenía una membresía a Prime. Cuando por fin investigué mis compras en Amazon sin Prime, me escandalicé. Miren lo que ha ocurrido el último año.

17 de noviembre de 2018 a 16 de noviembre de 2019

Mis gastos en Amazon de noviembre de 2018 a noviembre de 2019.
Mis gastos en Amazon de noviembre de 2018 a noviembre de 2019.
Gráfica: Lisa Rowan
  • Total gastado: 1085,27 dólares
  • Pedidos: 31
  • Categorías más frecuentes: Hogar y regalos
  • Pedidos de más de 25 dólares: 54,8%

Sin Prime, gasté aún más en Amazon. En retrospectiva, entiendo el porqué “hogar” y “regalos” son mis dos categorías más frecuentes. Me mudé a un nuevo sitio y no quería pasar demasiado tiempo buscando cosas que necesitaba para la mudanza o para mi nueva casa, como muebles de almacenaje. Y dado que vivo tan lejos de mi familia, pedí muchos regalos para mandarlos en Navidad y en los cumpleaños.

Lo único diferente de cómo compré en Amazon fue el tamaño de mis pedidos. Aunque con Prime había realizado un pedido a la semana, sin Prime reduje la frecuencia de mis pedidos a uno cada otra semana. Pero llenaba más mi carrito de la compra para poder aprovecharme de los envíos gratis para pedidos de más de 25 dólares disponibles para personas que no son miembros de Prime. Los paquetes de Amazon llegaban con menos frecuencia, pero tenían más productos y más valor.

Estaba realizando más pedidos cuyo precio total era más de 25 dólares.
Estaba realizando más pedidos cuyo precio total era más de 25 dólares.
Gráfica: Lisa Rowan

La experiencia me generó muchísima vergüenza porque me reveló cuánto sigo dependiendo de Amazon. No obstante, he ganado nueva sabiduría sobre mis hábitos de compra online. Permíteme que comparta con ustedes.

Si vas a dejar Amazon Prime, hazlo de una vez

No puedes simplemente “realizar menos pedidos de Amazon”. Si vas a dejar de usar este gigante de comercio electrónico, tienes que hacerlo de verdad. Me pasé todo el año esquivando las reglas que había hecho para mí misma. Les dije que solo compraran Prime por un mes si tenían que hacer muchas compras. Cuando me dieron un periodo de prueba gratis de Prime a finales de noviembre, lo acepté (aparte de comprar los regalos de Navidad, quería ver Fleabag de nuevo).

Ya sea si quieres dejar de comprar de Amazon por sus prácticas laborales o si quieres cambiar tus hábitos como consumidor para ayudar al planeta, tienes que hacerlo de una vez. No hay un “poco a poco” con Amazon.

Asegúrate de tener opciones alternativas de comercio electrónico

Cuando dije que compraría menos en Amazon, decidí hacer mis compras grandes en Walmart, Target y Chewy. Pensé que me darían suficientes opciones y que me ayudarían a conseguir las mejores ofertas sin abrumarme con demasiadas opciones.

Lo único que utilicé con frecuencia era Chewy, que es donde gasté alrededor de 500 dólares durante mi año sin Prime, principalmente por los envíos automáticos de productos para mascotas. También descubrí cuánto malcrío a mis gatos.

Si vas a dejar de utilizar Amazon, primero necesitas averiguar dónde realizarás los pedidos de comida (si es que te la envían a casa), dónde conseguirás los productos esenciales para tu casa y si estás a gusto pagando por otras membresías para que esos productos te lleguen pronto.

Con un plan, podrás evitar volver a la web que le juraste a tus amigos, quizá de una forma orgullosa, que habías dejado.

Mira si hay existencias de los productos que quieres antes de ir a la tienda

En el pasado, cuando ibas a la tienda para buscar un producto específico, si no tenían existencias, te metías en tu coche y te dirigías a otra tienda que pensabas que era más probable que tenía ese producto. Harías esto una y otra vez hasta conseguir lo que necesitabas (o algo parecido). En ciertos casos, podrías pasarte mitad del sábado buscando.

Esos días ya no existen. Muchos comerciantes te informan si tienen el producto que buscas cuando miras su web. (Algunos solo te muestran esta información en su aplicación). O, puedes escoger un artículo, pagarlo online y recogerlo en la tienda más cercana a ti, a menudo dentro del mismo día o 24 horas después de realizar el pedido.

Si tu tienda no tiene existencias del producto que quieres, lo sabrás antes de salir de tu casa, lo cual te ahorra tiempo y esfuerzo. (Si has tenido una mala experiencia en el pasado con los datos de existencias de una tienda, inténtalo de nuevo. Los sistemas están mejorando).

Acuérdate que no puedes hacerlo todo

Desarrollar un nuevo hábito toma tiempo, y es fácil cometer errores. Es posible que te dé pereza, que estés desesperado o que te olvides. Pero eso no significa que no puedes intentarlo otra vez.

Lo más importante que puedes hacer es tomar decisiones que se ajustan a tu presupuesto. Casi todos los comerciantes tienen problemas, como prácticas laborales o amenazas de seguridad, con los que no estás de acuerdo. Saber esto posiblemente haga que pienses que nada de lo que hagas importa, lo cual no es productivo. Pero si te centras en lo más importante, que son tus propias metas y valores, hay una posibilidad más grande de que cumplas con tu decisión de dejar de usar Amazon.

En mi caso, intentaré decirle adiós a Amazon otra vez mañana.