Norwegian, la aerolínea low cost, ha hecho historia con uno de sus aviones. Un Boeing 787-9 Dreamliner que salió de Nueva York llegó al aeropuerto de Gatwick en Londres en cinco horas y 13 minutos, convirtiéndose en el vuelo transatlántico subsónico más rápido registrado en un avión comercial.
El registro supone superar el récord anterior de cinco horas y 16 minutos. En el Boeing iban 284 pasajeros a bordo que, después de salir de Nueva York a las 11.44 a.m., llegaron a Londres a las 9.57 p.m., 53 minutos antes de lo previsto. Según los pilotos, durante el vuelo se dieron fuertes vientos de cola sobre el Océano Atlántico que empujaron al avión a una velocidad máxima de 776 mph durante el vuelo.
Aunque impresionante, de eso no hay duda, el tiempo del vuelo no está cerca de rivalizar con los viajes transatlánticos realizados por el Concorde cuando el avión supersónico estuvo activo. El viaje más rápido del Concorde entre Nueva York y Londres llegó el 7 de febrero de 1996, cuando cruzó en apenas 2 horas y 53 minutos, una auténtica barbaridad.
Para el capitán del avión de Norwegian, Harold van Dam, “estuvimos realmente en el aire durante poco más de cinco horas, y si no hubiera sido por la turbulencia pronosticada a menor altitud, podríamos haber volado aún más rápido. El 787 Dreamliner es un placer para volar y es una gran sensación saber que hemos establecido un nuevo récord en este avión”.
Seguramente, y como contábamos hace un tiempo, una pequeña parte de este increíble récord la tiene la corriente atmosférica del Jet Stream (o corriente de chorro), un flujo de aire masivo que permite ahorrar mucho combustible y tiempo de vuelo cuando se viaja de América a Europa (aunque no al revés). [BusinessInsider]