
La órbita terrestre baja puede ser un lugar peligroso, como confirma un incidente reciente que involucró el Canadarm2.
Un pequeño trozo de basura espacial ha perforado el Canadarm2, creando un agujero perceptible en el dispositivo robótico, reveló la Agencia Espacial Canadiense en un comunicado. La CSA lo llama un “golpe de suerte”, ya que Canadarm2, anexado a la Estación Espacial Internacional, sigue funcionando a pesar de su “herida”.
Que el brazo haya sido golpeado por algún tipo de objeto misterioso no debería ser una gran sorpresa. La órbita terrestre baja es un verdadero depósito de chatarra, lleno de millones de fragmentos de escombros generados por humanos. Cosas como satélites difuntos, partes de cohetes, pedazos de naves espaciales rotos e incluso trozos de pintura ocasionan un desorden en esta región del espacio. Los radares pueden rastrear actualmente los 34.000 objetos estimados de más de 9,9 centímetros que flotan en la órbita terrestre baja, pero cualquier cosa más pequeña es básicamente invisible para nosotros.
Pero el hecho de que estos fragmentos sean pequeños no significa que no sean peligrosos. Los desechos espaciales que miden unos pocos milímetros de diámetro aún pueden infligir un daño tremendo debido a las intensas velocidades involucradas, ya que las velocidades en la órbita terrestre baja pueden alcanzar los 10 kilómetros por segundo. Estos objetos errantes no se pueden monitorear desde el suelo terrestre, pero representan amenazas continuas para los recursos espaciales y la vida humana. Y, desafortunadamente, actualmente es tecnológicamente inviable y económicamente impráctico limpiar las 6.000 toneladas estimadas de escombros de la órbita terrestre baja.
El agujero en Canadarm2 se detectó durante las inspecciones de rutina del dispositivo el 12 de mayo. Expertos de la CSA y la NASA analizaron imágenes detalladas del brazo para determinar la extensión del daño. El agujero, de aproximadamente 6 milímetros de ancho, está ubicado en uno de los segmentos de la pluma del brazo, lo cual es afortunado.
“A pesar del impacto, los resultados del análisis en curso indican que el desempeño del brazo no se ve afectado”, afirmó la CSA. “El daño se limita a una pequeña sección del brazo y la manta térmica”.
Los astronautas a bordo de la EEI continuarán usando el Canadarm2, incluyendo en una operación planificada para reemplazar una caja de interruptores de energía defectuosa.
La Estación espacial internacional ha sido golpeada por desechos espaciales en el pasado. En 2016, se vio un pequeño daño de 6,5 milímetros de diámetro en una de las ventanas de la estación espacial. El daño fue causada por un “fragmento de no más de unas milésimas de milímetro de diámetro”, según la Agencia Espacial Europea. Para penetrar un módulo de la ISS, un objeto debería tener al menos 1,3 centímetros de ancho, mientras que los objetos de más de alrededor de 10 centímetros destruirían o romperían secciones enteras. Con suerte, encontraremos una manera de limpiar nuestra basura espacial antes de que suceda algo realmente trágico.