En el año 2016, la marina de Estados Unidos anunciaba el desarrollo de un nuevo cañón láser cinco veces más potente que el anterior. El arma ya es una realidad: nada menos que 150 kilovatios de potencia por disparo para aniquilar drones enemigos con una fuerza descomunal.
En realidad, la marina compró dos cañones construidos por Lockheed Martin. Uno está destinado a probarse en tierra, el otro, el que nos ocupa, se irá a la mar a bordo de un destructor clase Arleigh Burke a partir del 2020, convirtiéndolo en el primer gran arma de este tipo.
Según los informes, el láser de Lockheed consume hasta esos 150 kilovatios de potencia, lo suficiente para freír todo tipo de barcos y drones. Un láser que dispara más rápido (y más barato), por disparo, que los lanzamisiles actuales y las armas convencionales. De hecho, la Armada confía en estos láseres para ponerse al mismo nivel que las flotas chinas, quienes han alcanzado en muy poco tiempo una rápida modernización.
Lo cierto es que la Marina de Estados Unidos ya ha estado experimentando con cañones de rieles en tierra, sin embargo, todavía tiene que enviar alguno al mar. Con su sorprendente instalación de cañón de riel, China les ha adelantado en una tecnología militar clave.
Las armas electromagnéticas y de energía dirigida son diferentes en muchos aspectos, aunque también son similares en otras. Ambas dependen de la energía eléctrica en lugar de la pólvora, lo que las hace más rápidas que las armas antiguas. Las dos pueden destruir buques de guerra, misiles y aviones, convirtiéndolos en poderosas armas defensivas.
Si embargo, los láseres no necesitan proyectiles. Cada disparo cuesta unos pocos dólares, un dato más que importante cuando de lo que se trata es de un hipotético escenario bélico. [Motherboard]