Los astronautas Thomas Marshburn y Kayla Barron, de la Expedición 66 a la Estación Espacial Internacional, planeaban realizar una caminata espacial el martes para reemplazar una antena de comunicaciones defectuosa. La NASA les mandó un email a última hora avisándoles de que se había cancelado.
El motivo fue una notificación de riesgo de colisión con restos de basura espacial el lunes, y la falta de tiempo para evaluar el peligro que suponía para los astronautas. Por precaución, la NASA decidió mover la caminata al jueves. Ahora se sabe que los escombros no representaban un riesgo real.
“Después de recibir información adicional sobre un evento de notificación de escombros a última hora del lunes, la NASA determinó que la órbita de los escombros no representa un riesgo para una caminata espacial programada por Thomas Marshburn y Kayla Barron, ni para las operaciones de la Estación Espacial Internacional”, escribió un portavoz de la agencia espacial el martes por la noche. “Retrasar la caminata espacial brindó a la NASA la oportunidad de evaluar el riesgo de la notificación de escombros. La caminata espacial para reemplazar un sistema de antena defectuoso en la estructura de celosía de la estación está ahora programada para el jueves 2 de diciembre”.
La caminata espacial se podrá seguir en directo en el canal de la NASA a partir de las 5:30 ET (10:37 UTC). Marshburn y Barron saldrán por la esclusa de aire Quest y dedicarán unas seis horas y media a reemplazar una antena de banda S que ha perdido su capacidad de transmitir comunicaciones de voz y de enviar datos a baja velocidad a los controladores de vuelo en tierra.
Si bien la Estación Espacial Internacional tiene escudos de absorción de impactos de alta velocidad, los trajes extravehiculares (EVA) no están tan protegidos, por lo que la basura espacial representa un riesgo mucho mayor para los astronautas durante las caminatas espaciales.
La NASA no ha relacionado el retraso de la reparación de la antena con la nube de escombros que produjo una prueba de misil antisatélite rusa a mediados de mes. Hay al menos 36.500 trozos de basura espacial de más de 10 cm y alrededor de un millón de fragmentos de entre 1 y 10 cm orbitando la Tierra. A 27.500 km/h, representan un riesgo real para las personas que viven en el espacio.