Sales de casa tranquilamente a por algo de materiales para tu disfraz y acabas teniendo que dar explicaciones a los artificieros de la policía. Es lo que pasa cuando uno de casa con una gabardina, un casco post-apocalíptico, un artefacto sospechoso, y la bandera de un país inexistente.
Ocurría en la localidad de Grande Prairie, en Canadá. Varios vecinos alertaron a la policía tras ver por la calle a un individuo de extraño aspecto que caminaba con la indumentaria arriba descrita. La policía desplegó un dispositivo de vigilancia y comprobó que el sospechoso entraba en una tienda de arreglos de costura.
Quizá esto hubiera bastado para despejar las dudas sobre las intenciones del individuo, pero por si las moscas la policía desplegó varias unidades en la entrada del local como si se tratara de una amenaza de bomba real. Por fortuna, hablaron primero con el sospechoso y no llegaron a dispararle.
El incidente no lo provocó el disfraz en sí mismo (perteneciente al juego Fallout: New Vegas) sino el hecho de que el cosplayer llevaba una bandera de la República de Nueva California y un montón de envases de patatas fritas Pringles pintados de plateado y con cables. No es la primera vez que un cosplayer se toma tan en serio su afición que acaba despertando las sospechas de la policía. El cabo Shawn Graham de la policía de Grande Prairie explicó a la cadena CBC que aunque haya indicios de que la situación no sea una emergencia, se considera como real hasta que se demuestre que es una falsa alarma. [vía CBC]