Había solo sospechas, pero ahora la NASA lo ha podido comprobar: una misión tripulada a Marte sería hoy en día imposible con la tecnología actual. ¿El motivo? La radiación cósmica y las radiaciones solares en Marte son demasiado intensas. Tanto que la tecnología actual que protege el exterior de las naves de estas radiaciones no sería suficiente, causando serios problemas de salud a la tripulación. Hay que inventar algo más.
Los nuevos datos los ha obtenido el robot Curiosity, a través de su herramienta de detección de radiaciones (Radiation Assessment Detector, RAD). Según la NASA, los resultados de las mediciones, publicados hoy día 31 en Science, indican que si utilizáramos los sistemas actuales de propulsión, los niveles de radiación excederían los límites que los astronautas podrían soportar.
La NASA explica que hay dos tipos de radiaciones en el espacio potencialmente dañinas para los humanos. La radiación cósmica (galactic cosmic rays o GCRs), que son partículas causadas por las supernovas (explosiones estelares) y otros eventos fuera del sistema solar que liberan energía; y las llamadas partículas energéticas solares, (solar energetic particles, SEPs), creadas por las tormentas solares y otros fenómenos en la superficie del Sol.
Con la tecnología actual, las naves que nos llevarían a Marte protegerían a los astronautas de la radiación solar, pero no tanto de la cósmica.
La exposición a la radiación, que se mide en unidades Sievert (Sv), aumenta el riesgo de cáncer en los humanos. Por ejemplo, la exposición a 1 Sv durante un tiempo prolongado aumenta en un 5% el riesgo de padecer cáncer. Sin embargo, el robot Curiosity ha medido una exposición media de 1,8 millones de Sv al día en Marte. Según los autores del estudio de la NASA, la dosis acumulada de radiación en un viaje a Marte sería equivalente a "que nos realizaran un escáner de rayos X en todo el cuerpo cada cinco o seis días". Demasiado.
Lo bueno: conocer estos datos ayudará a desarrollar la tecnología necesaria para protegerse de la radiación. Pero probablemente habrá que esperar unos cuantos años. Y hay otra ventaja: ahora ya sabemos con seguridad que expediciones como la Mars One son un timo. [NASA]