
¿Es un encendedor gigante? ¿Un tanque de agua volador? ¿Un sable láser del revés? La respuesta podría sorprenderte si no estás al tanto de los últimos acontecimientos en Boca Chica. Es la nave espacial (o un prototipo de la nave espacial) con la que el multimillonario Elon Musk quiere llevarnos a Marte.
Después de tres implosiones y una gran explosión, el prototipo número 5 de la Starship realizó este martes el primer vuelo de 150 metros desde que el Starhopper (un prototipo mucho más pequeño y ligero) conquistara los cielos.
El SN5 es un vehículo de pruebas incompleto, lo que empeora el aspecto de por sí destartalado de la Starship: una nave barata que se fabrica en serie, al aire libre, con rollos de acero inoxidable y técnicas más o menos rudimentarias.
El prototipo de 30 metros no tenía el cono superior y despegó sin superficies de control (los alerones móviles que permitirán a los siguientes prototipos estabilizarse durante la maniobra de aterrizaje). Llevaba dos bobinas de acero de 20 toneladas encima (como lastre para compensar la falta de combustible) y tenía un único motor Raptor (el SN27) en una posición asimétrica.
No fue un problema: la nave controló el vuelo a la perfección y se desplazó hacia la plataforma de aterrizaje desplegando automáticamente sus seis patitas antes de tocar el suelo (Elon Musk dice que las patas finales serán más largas).
Pero el vuelo no fue perfecto. Hubo al menos dos incidentes a los que SpaceX no ha hecho mención, pero que se aprecian en las imágenes. En el momento del encendido y el despegue, parte de las instalaciones de tierra saltaron por los aires (aunque no parecían trozos grandes, ni de la propia nave). Luego, la cámara del interior del propulsor reveló que el motor Raptor estaba en llamas antes de aterrizar, lo que en un vuelo más largo podría haber sido un problema.
En cualquier caso, fue un hito importante para SpaceX y las imágenes que nos deja son dignas de fondo de pantalla, aunque solo sea por el aspecto surrealista de la Starship elevándose sobre la costa de Texas.
Pronto vendrán más vuelos: el prototipo SN6 ya está montado, el SN7 se sacrificó para una prueba de presurización y el SN8 ha empezado a fabricarse. Al SN8 habrá que tenerle puesto un ojo encima: será el primer prototipo hecho en acero 304L (una mejor aleación que la de los actuales prototipos) y vendrá con tres motores Raptor y las superficies aerodinámicas necesarias para hacer vuelos de hasta 20 km, un último salto antes de los vuelos suborbitales.
Una vez probada, la Starship se convertirá en la primera nave-cohete completamente reutilizable, un concepto que abre la puerta a vuelos intercontinentales de 30 minutos y que (en combinación con un propulsor Super Heavy) podría abaratar como nunca antes la exploración espacial.




