El diseño de los smartwatches suele ser el resultado o bien de un experimento de ciencia ficción (como el Moto 360) o bien de intentar aunar en un mismo producto el diseño de un reloj tradicional. El LG Watch Urbane entra en esta segunda categoría y, por desgracia, no consigue del todo su objetivo.
LG Watch Urbane
La primera impresión: es voluminoso, mucho. No es que el primer G Watch fuese un producto minimalista, precisamente, pero las mismas líneas de diseño se encargaban de camuflar con relativo acierto el grosor del aparato. Con el Watch Urbane eso se disimula peor, mucho peor. El tamaño de la esfera se mantiene en los mismos niveles que su predecesor pero las formas algo más redondeadas hacen que protubere excesivamente en la muñeca.
No es un mal smartwatch, ni mucho menos, pero teniendo en cuenta que parte de la misma hoja de características que ya lleva el G Watch R mi sensación es que el enfoque debería haber ido más por mejorar aspectos como el grosor y el diseño que en iterar simplemente a nivel de apariencia y poco más.
La fecha de lanzamiento y el precio permanecen como una incógnita, pero en el caso de este último lo más probable es que se mueva en torno al que ya tenía el LG Watch R (unos $300 dólares).
LG Watch Urbane LTE
La idea de LG es como sigue: vamos a hacer dos dispositivos muy parecidos, vamos a darles prácticamente el mismo nombre pero al mismo tiempo, y en un giro maquiavélico, vamos a hacer que sean dos productos completamente distintos. Eso es, en esencia, el LG Watch Urbane LTE.
El nuevo Urbane LTE, presentado a la vez que el Urbane Watch durante el MWC de Barcelona, es el primero en su categoría con conectividad 4G. No lleva (esto es lo más extraño de todo) Android Wear y en su lugar utiliza un sistema operativo propio que funciona sobre una versión ligeramente modificada de WebOS.
Es decir, que aunque sobre el papel se parezca muchísimo, hasta en el nombre, al LG Watch Urbane, realmente uno y otro tienen poco que ver. Lo más interesante es que tiene una batería de 700 mAh, un aumento considerable sobre la de 420 mAh que monta el Watch y sobre la que llevan algunos modelos de la competencia como el Moto 360 (320 mAh). Las cifras que da LG sobre la duración de la batería, sin embargo, son las mismas para ambos modelos: un día, una carga.
Para compensar la falta de compatibilidad con Android Wear y probablemente conocedora de que el Watch Urbane LTE andará escaso de apps, LG ha desarrollado las suyas propias. Están las clásicas, para medir tus pasos, actividad, y ritmo cardíaco, pero también se incluyen un par interesantes como un asistente de golf que mide la velocidad y orientación de tu swing u otra que permite usar Walkie-Talkie vía LTE entre dos relojes, al más puro estilo James Bond.
Se lanzará primero, y casi como un experimento me parece, en Corea. De ahí dará el salto al resto del mundo, con un precio que todavía es desconocido.
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