Y empezaron a lloverle las collejas.

Varias personas criticaron el acto aparentemente sacrílego de sacrificar varias consolas. También han criticado vivamente el hecho de encerrarlas en resina en lugar de haber optado por una solución que no destruyera las consolas en el proceso como una mesa de cristal, que además es personalizable. Detalles aparte, lo que parece que más ha molestado a la gente es que Logan destruyera 15 piezas de colección que además estaban perfectamente funcionales.

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No es cuestión de entrar a defender a Logan Paul. El Youtuber tiene su historial de esqueletos en el armario y decisiones extremadamente cuestionables. Eso por no mencionar su reciente apoyo a los NFT. El tipo no es perfecto bajo ningún estándar, pero este caso en particular es un ejemplo perfecto de hasta que punto las redes sociales nos están convirtiendo en personas tóxicas. Son sus consolas y tiene todo el derecho a hacer con ellas lo que le venga en gana, y eso incluye destruirlas por amor al arte.