
A veces los programadores hacen cosas no por lo útiles que vayan a ser, sino por el mero reto de hacerlas. Hay incontables instalaciones de Doom en todo tipo de artefactos extraños que dan buena cuenta de la capacidad de los ingenieros para coquetear con lo imposible. La última prueba en ese sentido viene de la NES.
Un desarrollador llamado Inkbox acaba de lograr el reto de dotar a la Nintendo NES de un sistema operativo propio al estilo Windows. La tarea no era sencilla precisamente, la NES y la Famicom eran consolas cuya arquitectura estaba orientada básicamente a ejecutar un cartucho, que en realidad es un dispositivo aparte con una pequeña placa base. Inkbox no quería modificar el hardware original de ninguna forma, así que su sistema operativo debía almacenarse y funcionar con unas condiciones realmente espartanas. NESOS 1.0 es un sistema operativo de 48K consistente en dos aplicaciones, un procesador de textos y los ajustes del sistema, que permiten cambiar el color del entorno gráfico, el cursor, o borrar los ocho archivos que tiene que no pueden ocupar más de 2K de NVRAM.
La interfaz gráfica solo puede mostrar 64x64 píxeles, pero estos se pueden unir en grupos de 8x8 para mostrar iconos. Este vídeo ofrece más detalles técnicos sobre este diminuto sistema operativo.
Obviamente, NESOS no es precisamente muy útil en términos de convertir la NES en una máquina de productividad. La falta de memoria y de espacio para almacenamiento hace que ni siquiera sirva como procesador de texto, pero puedes mover los iconos por la pantalla. Inkbox esplica que lo que intentó es desarrollar un sistema operativo tal y como lo hubiera diseñado Nintendo en su día si hubiera necesitado hacerlo. Quién sabe. Quizá alguien idee las modificaciones técnicas necesarias para hacer de NESOS algo usable. Hasta entonces, queda como curiosidad y reto técnico. [vía Ars Technica]