El mediático caso de Diana Quer, una joven española desaparecida en agosto de 2016, podría volver a abrirse ahora que la Guardia Civil ha logrado desbloquear su teléfono, un iPhone 6 que pasó dos meses en el mar. La operación ha sido realizada por la misma empresa que hackeó el iPhone de San Bernardino.
El rastro de Diana desapareció hace casi un año con la última señal enviada por su móvil. El iPhone, que había sido arrojado al mar, fue recuperado dos meses después por un mariscador gallego. Estaba enterrado en el fango bajo el puente de Taragoña; tenía la batería hinchada y presentaba varios golpes en la carcasa.
Conscientes de que era la primera pista material que podía conducirlos hasta el paradero de Diana, los agentes del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil realizaron un cuidadoso proceso de secado y desmontaje del dispositivo para volver a montarlo sobre la placa base de otro terminal. Consiguieron encenderlo, pero nunca llegaron a descifrar el PIN de desbloqueo. Sí pudieron comprobar que alguien había intentado desbloquear el teléfono al menos seis veces con un código incorrecto, probablemente antes de golpearlo y arrojarlo al mar.
Al final la encargada de desbloquear el iPhone 6 ha sido la empresa de software israelí Cellebrite, la misma que franqueó el iPhone 5c del terrorista de San Bernardino. La operación ha tenido lugar en Alemania y ha costado cerca de 2000 euros, mucho menos que los 15.300 dólares que pagó el FBI por hackear el iPhone 5c. Hicieron falta meses de trabajo para desarrollar un software específico que desbloqueara el modelo superior, pero finalmente lo han logrado.
El desbloqueo se efectuó bajo supervisión judicial. Ahora el juez ha autorizado el acceso al teléfono para analizar los datos recuperados. Si el material ofreciese nuevas pistas, el caso (que fue archivado en abril) podría volver a abrirse.