
Por mucha polémica que haya levantado por el camino, Netflix puede decir ahora que su campaña contra el uso compartido de contraseñas está comenzando a dar sus frutos.
Ahora que la compañía ha tenido que rendir cuentas ante sus accionistas, el gigante del streaming ha sacado pecho de haber terminado el segundo trimestre con 238 millones de abonados a sus espaldas, sumando hasta 5,9 millones de nuevos suscriptores, una subida del 8%.
La decisión de Netflix no estuvo exenta de polémica y tuvo un inicio ciertamente complicado. En el primer trimestre de 2022 la compañía vio como se esfumaban más de 200.000 suscriptores, la primera vez que ocurría esto después de una década de crecimiento, y la situación solo hizo que empeorar a lo largo del año. Esto hizo que las acciones de la compañía cayesen un 30% y provocó los primeros despidos masivos en la empresa, pero el servicio de streaming parece haber superado ya el bache.
Todavía existen quejas hacia Netflix por su caótico sistema de detección de cuentas, que sigue dando fallos a la hora de ubicar correctamente las casas de los usuarios, pero eso no parece que vaya a hacer cambiar de idea a Netflix. De hecho, estos últimos resultados económicos solo le harán pisar el acelerador y pondrá fin al uso compartido de contraseñas en los pocos países en los que aún no lo ha hecho.