Overlord seguro que no es lo que estás esperando. Los tráilers y los primeros rumores lo han bautizado como una película de “zombis nazis” que, aunque sea cierto, no le hace justicia. En realidad, Overlord es, ante todo, una película de guerra filmada tras las líneas enemigas, que trata sobre un grupo de soldados que tiene que completar una misión. Da la casualidad de que, para completar esa misión, tendrán que matar a algunos nazis que pueden ser zombis, lo que sin duda da una vuelta al argumento.
Dirigida por Julius Avery y producido por J.J. Abrams, Overlord le debe mucho más a Doce del patíbulo, Salvar al soldado Ryan o Malditos bastardos que al Amanecer de los muertos, The Walking Dead, o 28 días después. La película comienza, igual que Salvar al soldado Ryan, con una escena de acción visceral e intensa en la que unos soldados estadounidenses tratan de invadir Francia. Sin embargo, en lugar de asaltar las playas, se lanzan en paracaídas detrás de las líneas enemigas la noche antes del desembarco de Normandía para destruir una torre de comunicaciones que hará posible la invasión.
Avery y su equipo te absorben de inmediato, presentando a un variado grupo de soldados que pasan de estar demasiado confiados a estar muertos de miedo. Se topan con los bombardeos enemigos, y los tremendos sonidos e imágenes que pasarán ante tus ojos te sacudirán de arriba a abajo. Cuando los sobrevivientes se reagrupan, descubren que la mayoría de su compañía está muerta. Solo quedan cuatro de ellos (interpretados por Jovan Adepo, Iain De Caestecke, Wyatt Russell y John Magaro) y tienen unas pocas horas para invadir la ciudad ocupada por los alemanes y completar su misión. En el camino, se encuentran con una chica local (Mathilde Ollivier) que los ayudará y que también les hará ver algunos de los experimentos siniestros que están teniendo lugar en la ciudad.
A medida que la trama va tomando forma, comienzan a aparecer las primeras trazas de una película de zombis. Parece más un plato de acompañamiento que un plato principal. La mayor parte de la película es la historia de la guerra, pero de vez en cuando, hay algo extraño: un montón lleno de huesos, un laboratorio terrorífico, una mujer deforme. Y a medida que la película se acerca a su clímax, las cosas zombis (que no es solo “zombi”, es en realidad una leve variación del término) se vuelven más y más presentes. Al final, se convierten en el mayor obstáculo para Avery y el resto de soldados, y además veremos algunos efectos terroríficos y geniales que conducen a un desenlace apasionante.
Overlord es única en el sentido de que el principio y el final parecen dos películas diferentes que la historia trata de conectar. El comienzo es de una película de guerra impactante. El final es una serie de escenas de zombis divertidas y llenas de adrenalina. Para pasar de una parte a otra, la película se acorta, teniendo lugar en solo un puñado de lugares, con algunos personajes, y utilizando todos sus recursos con inteligencia. Después del espectacular comienzo, la película casi no parece capaz de alcanzar de nuevo ese nivel de intensidad. Y sin embargo, esos momentos más tranquilos en el medio son, de hecho, lo que hace que Overlord funcione. Evidentemente, Avery tiene un buen dominio de las situaciones de acción, pero la película alcanza un terreno más personal gracias a las actuaciones de los personajes y a la química del reparto.
Lo mejor de Overlord no es cuando los zombis nazis atacan a los soldados, sino cómo se crean lazos durante la misión, y eso es fruto de los actores. Cuando personajes como el que encarna Jovan Adepo ganan confianza y dan un paso al frente. Cuando una escena del principio de la película cuenta lo que sucede más tarde. Esos momentos le dan al espectador una carga emocional que hace que las cosas zombis se vuelvan aún más inquietantes. De esa forma, cuando los soldados del principio y los zombis del final se encuentran, nos preocupa mucho más que al principio. Eso acaba dotando a la película de una especie de estructura y cohesión
Sin embargo, una de las pegas de Overlord es que casi todo resulta demasiado familiar. Demasiado predecible todo. Tal vez no hayamos visto exactamente todos estos ingredientes combinados de esta manera, pero estamos íntimamente familiarizados con todos y cada uno de ellos. ¿Película de guerra? Si. ¿Película Zombi? Si. ¿nazis malvados? Si. ¿Un mordaz francotirador? Si. Entiendes la idea. Algunos de estas tramas tienen su propio giro argumental, pero no todas, y el hecho de que todo resulte familiar hace que la película no resulte más trascendente.
Y a pesar de todo esto te deja con un buen sabor de boca. Overlord combina la guerra y los zombis de una manera que puede resultar familiar, pero que está bien hecha, y tiene suficiente chispa y vitalidad como para que merezca la pena verla.
La premiere mundial de Overlord fue en el Fantastic Fest 2018. Y se estrenará el próximo 9 de noviembre.