En muchas ocasiones Musk ha repetido que su empeño en aterrizar sus cohetes de forma vertical no es un factor netamente económico, sino uno técnico, y es cierto hasta cierto punto. La realidad es que ambos factores van de la mano: al aterrizar la primera fase de un Falcon 9 se pueden reutilizar muchas más partes del cohete para otros viajes, lo cual resulta mucho más rentable.

Es decir, aterrizando los cohetes SpaceX ahorra dinero, y la visión de Musk es que gracias a esto los viajes espaciales sean más baratos para todos, incluso, a largo plazo, ayudando al nacimiento de una era de turismo espacial en la que todos podamos ir al espacio por un precio razonable.

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Pero para esto falta mucho.

¿Por qué en el mar?

Debemos recordar que esta no es la primera vez que SpaceX aterriza en vertical uno de sus cohetes. El mes de diciembre de 2015 la compañía logró aterrizar un Falcon 9, pero esa vez fue en tierra firme, sobre una pista que hicieron en medio de Cabo Cañaveral, en los Estados Unidos.

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Si ya logró aterrizar, ¿por qué seguían empeñados en hacerlo en el mar? La respuesta tiene que ver con el combustible.

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La maniobra que el Falcon 9 debe realizar para poder aterrizar después de hacer un viaje espacial es muy complicada y requiere de una considerable cantidad de combustible para poder redirigir la primera fase y disminuir su velocidad usando “quemas” de combustible por etapas. No obstante, al aterrizar sobre una barcaza en medio del mar se necesita muchísimo menos combustible que si tuviera que devolverse hasta cabo Cañaveral después de su viaje.

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Y por supuesto al necesitar menos combustible el viaje es aún más barato, lo cual sigue es un gran beneficio para SpaceX.

Por otro lado Musk comentó en alguna ocasión que la cantidad de gestiones y papeleos necesarios para poder aterrizar en Cabo Cañaveral es otro obstáculo al que deberían enfrentarse en casa misión, por lo que en el mar sigue siendo más factible incluso desde el punto de vista de gestión.

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Pero esto no quiere decir que se hayan acabado los aterrizajes en “tierra firme”.

Lo que sigue

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Después del histórico aterrizaje del Falcon 9 sobre una barcaza la compañía lo tiene claro: su objetivo a corto plazo es aterrizar dos de cada tres de sus cohetes sobre una barcaza, y el otro en tierra firme.

Y SpaceX recientemente logró un jugoso contrato con la NASA para ser uno de los responsables de llevar suministros a la Estación Espacial Internacional durante los próximos años, lo que quiere decir que seguiremos viendo muchos más aterrizajes verticales de cohetes en poco tiempo.

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Esto es un “pequeño” paso para SpaceX, pero un gran salto para los viajes espaciales del futuro.


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