
Cuando pensamos en montañas rusas de los parque temáticos lo primero que nos viene a la cabeza es esa pretendida sensación de vértigo y velocidad para la que se construyen. Sin embargo, muy pocas veces nos paramos a pensar cómo se diseñan. Por ejemplo, ¿sabías que algunas están llenas de arena?
Desde que comenzaron a aflorar en el S.XX, los ingenieros y diseñadores de las montañas rusas han desarrollado todo tipo de formas innovadoras con las que construir estas estructuras imponentes para que sean seguras y confiables, sin restar ni un ápice de emoción.
Esto ha permitido que a lo largo de los años cada empresa de diseño haya establecido su propio estilo con características reconocibles que distinguen a sus máquinas del resto. De hecho, las montañas rusas suelen ser la joya de la corona de los parques temáticos, a mayor sensación de peligro, más populares son.
Aunque los estilos de diseño son únicos, todos cumplen la misma tarea de soportar trenes de alta velocidad mientras se lanzan por el aire. Y si alguna vez has estado en un parque importante, es posible que hayas notado que además de tener una apariencia visual única, cada diseño de pista también produce un sonido distinto a medida que los trenes pasan.
Resulta que el sonido producido por cada montaña rusa está directamente relacionado con el diseño de la pista, y de todos los diferentes estilos de pista, el diseño de la caja de raíles produce uno de los sonidos más fuertes y reconocibles.
Estos “rugidos” hacen de las montañas algo icónico e intimidante, pero el ruido puede ser un problema en ciertas situaciones, especialmente cuando los parques temáticos se encuentran adyacentes a áreas residenciales. Un ejemplo de ello lo encontramos en Canada’s Wonderland, un parque temático ubicado en Ontario. El parque se abrió por primera vez a principios de la década de 1980, y en ese momento estaba rodeado solo por tierras de cultivo.
Sin embargo, el terreno agrícola sufrió la expansión urbana a medida que la ciudad se expandía, y finalmente se construyó una gran área residencial adyacente al parque.
En el año 2012, la compañía B&M construyó en el parque de Ontario la famosa Leviathan, la montaña rusa más alta que habían construido hasta la fecha, con 93 metros de altura y una velocidad de casi 150 km/h.

Dicha montaña se construyó justo en la parte delantera del parque, y se extendió hasta el parking a unos cientos de metros de la zona residencial vecina. Ocurre que la montaña cada vez emitía sonidos más fuertes, y los residentes del otro lado de la calle podían escuchar claramente el sonido, lo que provocó quejas por el ruido.
El parque contrató a un consultor acústico para realizar una evaluación del sonido producido en cada trayecto y se determinó que había que hacer algo para acallar el Leviathan. Así fue como se decidió que la mejor manera de reducir el ruido sería llenar la pista con arena. Dado que la primera bajada en picado era el principal culpable del problema del ruido, la atención se centró solo en esta parte del viaje.
No fue posible llenar los railes con arena porque esto requeriría que se abrieran y se soldaran, lo que sería perjudicial para la suavidad del recorrido, sin embargo, podían abrir y llenar las vigas de la caja.
Una vez que los ingenieros determinaron que la estructura y sus cimientos podrían soportar el peso adicional, el parque avanzó con su plan. Primero, se cortó un orificio en cada sección de viga de la caja. Luego se introdujo arena en cada sección a través de una máquina que usaba aire comprimido para enviar la arena a la altura requerida a través de un tubo largo.

Además, como cada sección de la pista está sellada en ambos extremos donde las piezas individuales se atornillan entre sí, la arena se introdujo en cada sección de la pista de forma individual, en lugar de llenar toda la viga a la vez. Después de rellenarse toda la sección, los orificios de las vigas se cerraron y soldaron.
Aquel método de reducción de ruido fue un éxito. El estruendoso sonido producido por la montaña rusa se redujo considerablemente. La arena dentro de la pista funcionaba amortiguando la vibración del acero, lo que redujo la amplitud de las ondas de sonido resultantes. A medida que las paredes de acero vibran contra la arena, las paredes empujan contra la arena y mueven las partículas individuales, que transfieren a su vez la energía del acero.
Esta pérdida de energía se traduce en una reducción de la amplitud de las vibraciones y, por tanto, se reduce el volumen del sonido.
Una técnica que también se ha utilizado en muchas otras montañas rusas espectaculares, como la Gatekeeper en Cedar Point en Ohio o la Yukon Striker. [Art of Engineering]