Lo ocurrido tuvo lugar ayer, cuando un avión de Delta Air Lines que regresaba al Aeropuerto Internacional de Los Ángeles poco después del despegue arrojó combustible sobre varias escuelas primarias del condado, dejando a decenas de niños y adultos expuestos al líquido. ¿Cómo pudo ocurrir algo así?
Al parecer, el vuelo se vio obligado a regresar al aeropuerto de partida debido a un problema mecánico, situación que no se dio de inmediato y razón por la que el vuelo fue dando una serie de círculos mientras arrojaba el combustible antes de aterrizar.
Como consecuencia de ello, unos 70 niños y adultos fueron tratados en el lugar de la exposición, tal y como informó CBS Los Ángeles. Posteriormente fue el Departamento de Bomberos quien tuiteó que decenas de personas fueron tratadas en el lugar con heridas leves relacionadas con el accidente. Además, varias unidades de salud confirmaron que la sustancia era combustible para aviones.
Finalmente llego la explicación oficial de Delta:
Poco después del despegue, el vuelo 89 de LAX a Shanghai experimentó un problema con el motor que requirió que la aeronave regresara rápidamente a LAX. La aeronave aterrizó de manera segura después de una liberación de combustible, que era necesaria como parte del procedimiento normal para alcanzar un peso de aterrizaje seguro. Estamos en contacto con los Aeropuertos Mundiales de Los Ángeles y el Departamento de Bomberos del Condado de Los Ángeles y compartimos preocupaciones con respecto a lesiones menores reportadas a adultos y niños en una escuela en el área
Como hemos explicado otras veces, cuando los aviones se ven obligados a realizar aterrizajes inesperados, en ocasiones descargan combustible como una forma de hacer que el avión sea menos pesado antes de aterrizar. La maniobra de derramarlo a propósito recibe el nombre de Fuel Jettison, y se realiza en aquellas ocasiones que el aterrizaje es realmente urgente.
Para que nos hagamos una idea, un avión comercial medio puede llevar en torno a 18.000 litros de combustible, y esa es una carga que pesa toneladas. Ese peso extra hace que el momento de tocar tierra sea mucho más violento e incrementa considerablemente el riesgo de accidentes durante un aterrizaje de emergencia.
Y no, ese 17% de la población que le tiene fe a los chemtrails deberán esperar a otra ocasión. [Digg, CBS]