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Probamos Microsoft Surface Laptop: el tablet perfecto si no tienes nada en contra de la moqueta

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El nuevo Surface Laptop de Microsoft nos hizo soñar con un nuevo rey de los ultraportátiles con Windows. Después de pasar una semana con él, podemos asegurar dos cosas: no es ese rey y tampoco estamos muy seguros de que sea un laptop. A todo esto, ¿qué opinión te merece la moqueta?

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Diseño: otro “portátil” sin puertos

Cuando Apple presentó su nuevo MacBook en 2015 alguien dijo que, algún día, todos los portátiles serían así. Lamentablemente tenía razón.

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El Surface Laptop hereda algo que ya me molestaba mucho en el MacBook: la falta de puertos. Lo único disponible, aparte del puerto de carga magnético es un jack de audio de 3,5mm, un USB 3.0 de tamaño completo y un MiniDisplay Port. Echo de menos otro USB 3.0 y una ranura SD (o microSD), como mínimo.

Un detalle muy bueno: el cargador cuenta con un puerto USB de carga de manera que, aunque ocupemos el enchufe, podemos cargar un smartphone o un dispositivo USB al mismo tiempo. Nos ahorra llevar un cargador en viajes.

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La falta de puertos es el único detalle negativo en un equipo realmente bonito. Su diseño exterior es una maravilla minimalista. Es ligero (1,25 kilos) y muy cómodo de llevar (308,02 x 223,2 x 14,47 mm). Nada que reprochar al Surface Laptop en el exterior. Lamentablemente, el equipo también tiene una parte interior, y ahí quiero explayarme un poco.

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El teclado Alcántara

A continuación, una dramatización (muy cercana a la realidad) de mi reacción al abrir Surface Laptop por primera vez:

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Tras acariciar el agradable y frío aluminio pulido de la parte exterior, abro el Surface Laptop y me encuentro con.... esto....

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¿Qué demonios es esto? ¿Una alfombra? ¿Han enmoquetado el Surface Laptop? ¿Es un modelo que homenajea a los casinos de Las Vegas? Mientras me hacía estas preguntas (y otras menos publicables) rebuscaba frenético en la descripción remitida por Microsoft para encontrar una definición al horror textil en el que nadan las teclas. Mi vista se posó en una palabra: Alcántara.

En mi cabeza solo podía pensar en otra palabra: gérmenes.

El Alcántara es un tejido textil patentado por un fabricante italiano. No es cuero. Se trata de una tela confeccionada con fibras de poliéster muy finas alineadas en capas y unidas entre sí en caliente por una resina de poliuretano. Un proceso especial de hilado y picado otorga al material un aspecto similar a la piel de melocotón.

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No es la primera vez que veo un teclado recubierto de tela. El iPad Pro lo tiene, el Surface Pro 4 lo tiene, y en ambos casos me parece el horror. La diferencia de esos equipos es que tanto el teclado del iPad Pro como el del Surface Pro 4 son accesorios que se separan del dispositivo principal. Llegado un punto de no retorno higiénico, puedes tirar a la basura el teclado y comprar otro nuevo.

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El Surface Laptop no ofrece esa posibilidad. La tela está pegada al equipo, y yo no puedo evitar pensar en ello como en una cama que viene de fábrica con unas sábanas que no podrás quitar jamás.

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El fabricante del Alcántara asegura que el tejido es lavable. Para poner a prueba esa aseveración, he dejado caer unas gotas, primero de agua, y después de café con leche, sobre el teclado. Tras dejarlas hacer un minuto, las he limpiado con un paño seco. Ni rastro.

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Dicho esto, debo rendirme a la evidencia. El Alcántara resiste las manchas con bastante estoicismo. Eso sí, no puedo asegurar qué pasaría si dejas caer toda una taza de café o de algo más pegajoso como Coca-Cola. Tampoco dejo de pensar en qué pasará tras seis horas de blogging intenso en verano con las muñecas sudorosas reposando sobre el portátil.

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No os equivoquéis, no soy de los que manchan el teclado. Al contrario. Me lavo las manos varías veces al día mientras escribo y tapo el teclado con la funda de plástico con la que vino para que no le entre polvo. Nunca (jamás) se me ha caído nada líquido sobre un teclado, y procuro no comer cosas que dejen migas mientras lo uso. En definitiva, sí, soy un maniático con la limpieza. Precisamente por eso la idea de un portátil recubierto de tela sencillamente no me entra en la cabeza.

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Para más inri, leo en iFixit que el bendito recubrimiento de Alcántara está pegado de tal forma que el equipo no se puede abrir sin rajar la tela con una cuchilla, motivo por el cual iFixit le ha dado al Surface Laptop un (merecido) 0 sobre 10 en reparabilidad. De todas maneras, el SSD, el procesador y la RAM también están soldados a la placa, así que no vemos muchas razones para querer abrirlo. Tan solo reza para que no se rompa.

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Por lo demás, el teclado es retroiluminado. Sus teclas son amplias y cuentan con bastante recorrido como para escribir sin erratas. El touchpad también es de buen tamaño. Su superficie de cristal es suave al tacto y responde con precisión a los gestos de cinco dedos. En cuanto al soporte táctil de la pantalla, funciona bien con los dedos. La pantalla es compatible con los stylus de Surface, pero el equipo no se vende con él, así que no hemos podido probarlo en ese sentido.

Pantalla, rendimiento, sonido

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El Surface Laptop que he probado llevaba un procesador Intel Core i5-7200U con 8GB de RAM. No está mal, pero tampoco puedo decir que su rapidez fuera fulgurante. De hecho, solo la tarea de volver a los ajustes de fábrica tras la prueba ya llevó mucho más tiempo del que esperaba.

Si vas a usar el equipo para conectarte a Internet y usar un puñado de aplicaciones de oficina, no tendrás ningún problema, pero probablemente no se porte tan bien con aplicaciones muy tragonas o videojuegos. Sencillamente no esté pensado para eso.

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La pantalla y los altavoces, sin embargo, son dos estupendas noticias. La pantalla de 13,5 pulgadas y 2256 x 1504 píxeles es una maravilla. Luce bien (con los inevitables reflejos si la usamos en lugares muy iluminados) y su color es bastante natural. Los altavoces Omnisonic también merecen mención aparte. No solo suenan con una potencia y una claridad sorprendentes. Además lo hacen de manera omnidireccional. Da igual donde te pongas o cómo orientes el Surface Laptop. Su sonido se mantiene invariable. Impecable trabajo de Microsoft aquí, y muy superior al de otros portátiles que si merecen ese nombre.

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En definitiva

Esa última frase nos lleva a la conclusión final tras un análisis de la Surface Laptop más rápido de lo que nos hubiera gustado. Por mucho que lleve el apelativo Laptop en su nombre, el Surface Laptop es más una tableta glorificada que un portátil hecho y derecho. Le faltan puertos, potencia y capacidad de adaptación para llegar a ese nivel. Puede que la apariencia sea la de un laptop, pero todas las decisiones de diseño que se han tomado con él siguen la misma filosofía que un smartphone de gama alta.

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Dicho esto, no se puede decir que sea un mal equipo para trabajar. Si la falta de puertos te da igual, nunca vas a cambiar un componente interno y los dispositivos con tela no te producen urticaria, el Surface Laptop es una excelente opción. La versión más parecida a un MacBook (Intel Core i5, 8GB de RAM y 256GB de SSD) cuesta 1.449 euros. El equipo de Apple con esa configuración cuesta 1.799 euros, y su procesador corre a solo 1,3 donde el de Microsoft lo hace a 2,5 GHz.

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El problema que va a tener el Surface Laptop no es Apple. Su problema es que otros equipos Windows de última generación como el Asus Zenbook Flip S, el Acer Swift 7 o el Dell XPS 13 ofrecen características prácticamente idénticas a un precio incluso menor. Buena suerte con eso.