
Lo reconozco: la labor de los móviles que apuntan a la parte media-baja de la tabla es muy ingrata. No solo tiene que pelearse con decenas de modelos por ver quién consigue ofrecer más funcionalidades (de ahí que cada vez veamos más sensores que aportan entre poco y nada), sino que además tiene que intentar ofrecer siempre un precio imbatible para que los consumidores se decanten por este modelo en vez de por el del vecino.
Con este panorama —que los fabricantes se encargan de alimentar— lo que acaba ocurriendo es una cosa muy simple: que muchos de ellos se quedan en tierra de nadie, donde no consiguen ganarse ni al que solo mira a lo barato, ni al que busca el mejor rendimiento a un precio razonable. Hoy, hablamos de uno de estos móviles.
Un teléfono bien construido
En lo que respecta a la construcción del teléfono, no podemos decir nada malo de este A21s. A pesar de que los acabados sean en plástico —como ocurre con cualquier móvil de este rango de precio— Samsung ha conseguido que disimulen con éxito la categoría de este smartphone y hacer que no transmita la sensación de “barato”.
El diseño del teléfono también es sobresaliente, aunque tiene una mancha en su expediente: el lector de huellas. Tener un lector de huellas físico no debería ser un gran problema, pero el hecho de que se encuentre en la parte trasera y tan arriba hace que sea difícil atinar a la primera si estás sujetando el móvil con una mano, así que al final muchas veces no queda más remedio que introducir el pin o darle la vuelta al teléfono para acertar en el lector. Este tipo de asuntos molestan, sobre todo cuando la solución podría ser tan sencilla como desplazarlo al lateral del teléfono. También puedes usar el desbloqueo facial, pero no es una opción mucho más rápida ni segura.
Su pantalla de 6,5 pulgadas probablemente sea una de las peores facetas de este teléfono, aunque eso no significa que sea algo terrible. El A21s trae un panel TFT LCD con resolución HD+ que, sin duda, se queda corto de resolución para ese tamaño de pantalla. Viendo los buenos paneles AMOLED a los que nos tiene acostumbrados la empresa coreana, se echa en falta que no hayan optado por uno de más calidad para este teléfono. Eso sí, el agujero para la cámara frontal resulta bastante menos invasivo en la esquina izquierda que el que vemos en otros modelos de Samsung, como el M31, donde aun se mantiene el notch con forma de lágrima.
De propina el teléfono viene también con jack de 3,5 mm y radio FM incluidos. No suponen un gran diferencial, pero para más de uno serán un buen complemento.

Rendimiento sin alardes
A nivel de rendimiento el teléfono tampoco desentona, pero sigue sin estar a la altura de lo que ofrecen algunos de sus competidores directos. El móvil trae 4 GB de RAM y un procesador Exynos 850 que son más que solventes para manejar las aplicaciones del día a día, pero que sufren a la hora de mover algunos de los juegos más exigentes.
Hay ciertas ocasiones en las que el software del teléfono tampoco ayuda. No es cosa de que a la capa de personalización One UI 2.1 que lleva el A21 le falten funcionalidades, sino que una capa tan pesada y completa a veces hace que se le vean más las costuras al procesador del teléfono.
La batería, en cambio, sí es un apartado donde consigue brillar algo más el A21s (algo bueno tenía que tener una pantalla de menor resolución). Sus 5000 mAh garantizan fácilmente dos días de uso sin tener que echar mano a un cargador, y eso es algo que no vemos muy a menudo. Por contra, se echa en falta una carga rápida mejor, ya que los 15W se empiezan a quedar cortos ante lo que estamos viendo hoy en día.

La cámara principal bien, el resto...
El teléfono incluye 4 lentes en su parte trasera. Como ya habrás podido imaginar por el titular no todas son igual de válidas, así que empecemos por la parte buena: la cámara principal del A21s.
La lente principal de 48 MP y F/2 sorprende. Y Mucho. Con buena luz el teléfono responde maravillosamente bien en términos de color y definición. Pocas pegas le podemos encontrar aquí. Sin embargo, de noche la cosa es harina de otro costal y el postprocesado tiende a meter más ruido del deseable. Llama la atención también que no exista un Modo Noche dedicado, así que, dadas las circunstancias, no es de extrañar que por ahí haga aguas la cámara principal.
La cámara gran angular de 8 MP y F/2.2 le da algo más de polivalencia al teléfono, pero se repite la misma fórmula que antes: bien con luz, terrible sin ella. Lucha por mantener el tipo en las fotografías con un rango dinámico mayor, pero en la mayoría se defiende bastante bien.
Y ya por último tenemos un sensor macro y un sensor de profundidad de 2 MP cada uno. No vamos a decir que son dos sensores inútiles, pero les darás poco uso en tu día a día.

Conclusiones
Al final, lo que condena a este teléfono no es su mal hacer, sino que el hecho de que existen opciones más redondas ahí fuera. Ni siquiera hay que mirar tampoco muy lejos para dar con ellas: teléfonos del propio Samsung como el M21 cuentan con mejores especificaciones y tienen exactamente el mismo precio: 229 euros. Incluso con algo más de presupuesto, existen también otras opciones bastante interesantes, como el Realme 6 o el Xiaomi 10 Lite, que sí suponen un salto de calidad notable respecto a este móvil. Lo que si que parece claro es que a no ser que Samsung decida dar un volantazo y bajar el precio del A21s, todavía seguirá en esa peligrosa tierra de nadie.
En resumen
- Gran autonomía gracias a su batería de 5000 mAh.
- Buen diseño y construcción.
- Falta definición y brillo en la pantalla.
- Algo justo de rendimiento.
- Conjunto de cámaras cumplidor.