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Samsung Galaxy S5, análisis: el mejor smartphone Galaxy que has visto

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Si hay una cosa que se puede decir de los Samsung Galaxy, como familia, es que son capaces de combinar el mejor hardware con el software más absurdo. El Samsung Galaxy S5 es el primero en renunciar a decenas de aplicaciones innecesarias, lo que lo convierte en el mejor Galaxy hasta la fecha. Y eso que aún podían haber recortado más.

¿Qué es?

Es el nuevo buque insignia de Samsung en móviles. Es un smartphone con pantalla Super AMOLED de 5,1 pulgadas, procesador Qualcomm Snapdragon 801 de cuatro núcleos a 2,5GHz, 2 GB de RAM, cámara de 16 megapíxeles, batería de 2.800 mAh, y Android 4.4.2 (Kit-Kat) con la correspondiente capa Samsung TouchWiz. Paquete completo.

¿Por qué es importante?

Los anteriores miembros de la familia Galaxy se cuentan entre los smartphones más populares del mercado, y el S5 no va a ser una excepción a esta regla. Sin embargo, no estamos ante un simple sucesor. Por primer vez, Samsung ha tomado la excelente decisión de limitar la cantidad de software inútil que mete en sus teléfonos, lo que significa que el hardware puede brillar más sin el pesado barniz mate de TouchWiz. Por otra parte, es uno de los tres únicos smartphones que pueden competir ahora mismo por el título de mejor smartphone del mercado.

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De izquierda a derecha: Samsung Galaxy S4, S5 y S3.

Diseño

No podríamos culpar a nadie por confundir al S5 con el S4 o incluso con el S3. El S5 es un poco más grande y tiene algunos detalles diferentes, pero su estética se mantiene muy consistente con los modelos anteriores.

Uno de los cambios externos es que, aunque el S5 retiene los dos botones capacitivos con un botón físico central, esos dos botones son ahora Atrás y Multitarea en vez de Atrás y Menú. Ese cambio acerca al Galaxy S5 a lo que ya conocemos en los terminales con puro Android.

El botón central también ha cambiado. Integra un sensor de huellas dactilares cuyo uso principal es bloquear y desbloquear el teléfono. En vez de presionar el botón como en el iPhone 5s, aquí tenemos que deslizar el dedo sobre el botón.

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Otra de las diferencias de diseño es que ahora hay una tapa protegiendo el conector USB de la parte inferior. La razón es que el Samsung Galaxy S5 cuenta con certificación IP67, lo que significa que, en teoría, puede sumergirse hasta un metro de profundidad durante media hora. También es patente que no se trata del conector USB estándar. Es, de hecho, un puerto USB 3.0 completo para acelerar la transferencia de datos. Afortunadamente, el puerto sigue permitiendo conectar un MicroUSB estándar para carga.

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La tapa posterior es extraíble, y esta cubierta por una retícula de puntos que algunos han encontrado fea. Es cuestión de gustos, pero la textura ayuda a dar al terminal algo más de agarre. La cámara está rodeada de un leve engrosamiento de la carcasa para poder albergar la óptica. Justo debajo encontramos el flash y el pulsómetro.

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Ya existen aplicaciones de terceros que han usado el flash de los smartphones como pulsómetro. Samsung tan solo ha integrado esa función en el sistema sin necesidad de que manchemos de huellas la cámara.

Aunque es el Galaxy más sólido hasta la fecha, y Samsung ha abandonado parcialmente el plástico, desde el punto de vista de diseño sigue pareciendo más barato que el HTC One M8, cuando en realidad no es así.

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El terminal es también un poco más grande que el S4 para acomodar la pantalla, pero no sabemos si ha merecido la pena por solo una décima de pulgada. Comparado con otros terminales de cinco pulgadas, el S5 es más bajo que el HTC One M8, pero es bastante más ancho y alto que el Nexus 5.

En cuanto a la pantalla, la Super AMOLED del S5 tiende a teñir levemente la imagen de un tono azulado, mientras que la Super LCD del HTC One M8 y la IPS+ plus muestran una tonalidad un poco más rosada. En cualquier caso, puestos uno frente al otro, el S5 es el que muestra una pantalla más brillante, con negros más puros y colores más vibrantes.

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De izquierda a derecha: HTC One M8, Galaxy S5 y Nexus 5.

Utilizando el Galaxy S5

En primer lugar hay que mencionar que el prometido recorte de la interfaz TouchWiz ha sido muy efectivo. El desastre de aplicaciones apiladas unas sobre otras del S4, aquí ha desaparecido. El sistema tiene un aspecto más claro y limpio, y funciona mejor.

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La interfaz también se integra mejor con las aplicaciones que utilizamos, sean de terceros, de Samsung o de Google. Hay todavía algunas funciones que buscan el lucimiento de Samsung. Al mantener pulsado el botón central, por ejemplo, se activa el asistente S-Voice de la coreana, no Google Now.

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En cuanto a todos los adornos que Samsung puso en el S4, siguen estando ahí en realidad, pero al menos están desactivados. La función Air View, por ejemplo, sigue estando ahí, pero hay que rebuscar en la configuración para activarla. Con todo, los que disfrutan la interfaz de Samsung y sus aplicaciones pueden volver a activarlo todo y reinstalar las aplicaciones que echen en falta desde la tienda online de la compañía.

Hablando de configuración, aún podemos encontrar algunos vestigios de la filosofía de "más es más" que hacía que la interfaz de los anteriores Galaxy fuera tan incómoda. El menú de configuración, por ejemplo, tiene nada menos que 61 opciones que aparecen como iconos demasiado separados unos de otros. El resultado es que hay que hacer scroll de manera interminable por un mar de iconos todos parecidos entre sí.

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A pesar del acabado más pulido, Samsung aún no ha solucionado algunos problemas estructurales. La coreana ha elegido un procesador, el Snapdragon 801, que debería hacer del S5 el smartphone más rápido del mercado. No lo es. El Samsung Galaxy S5 sigue sufriendo de retardos y pequeños bloqueos en operaciones tan sencillas como hacer scroll, abrir el repositorio de aplicaciones, o cargar una aplicación. Estos síntomas son incluso peores en las piezas de software desarrolladas por el fabricante.

La aplicación de galería de Samsung, por ejemplo (que es necesaria para poder acceder a algunos de los modos fotográficos) es tan lenta y da tantos pequeños errores que uno se siente tentado de abandonarla cada vez que la abre.

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S-Health es otra de las aplicaciones que defrauda. La idea de utilizar nuestro teléfono como un accesorio cuantificador es buena, pero le falta un hervor a la ejecución. S-Health tiene problemas que aplicaciones como Endomondo o Runkeeper han solucionado hace años. Los reportes de ejercicio físico son inexactos, incluso utilizando la pulsera Gear Fit. Hay datos que no concuerdan entre el smartphone y la pulsera, y otros que ni se registran.

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Llegamos al sensor de huellas dactilares. En mi experiencia con el iPhone 5s, el sensor de huellas funciona como se espera de él nueve veces de cada diez. En el Samsung Galaxy S5, el sensor falla en identificarnos tres de cuatro veces. La razón es que hay que deslizar el dedo en el ángulo correcto para que funcione.

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En términos de calidad de audio, el altavoz único en la parte posterior del Galaxy S5 suena muy pobre en comparación con los dos altavoces del HTC One M8. La diferencia es brutal tanto en música como en vídeos. Lo mejor que se puede decir del altavoz del S5 es que, al menos, tiene el suficiente volumen como para que se escuchen bien los tonos de llamada. La calidad de audio en las llamadas es buena, aunque no estaría mal que tuviese un poco más de volumen.

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No todo son malas noticias ni mucho menos. La autonomía de la batería es fantástica. Con un uso moderado, el S5 dura perfectamente día y medio. Usándolo a tope llega bien al final de la jornada. La autonomía es de unas dos horas más que la del HTC One M8 y barre completamente la del Nexus 5.

Igualmente, el modo de ahorro de energía que pasa la pantalla a blanco y negro (Las AMOLED pueden ahorrar mucha energía de esa manera) y desactiva la mayor parte de aplicaciones es útil. En este modo podemos seguir recibiendo llamadas, mensajes de texto, y consultando manualmente emails. Con un 18% de batería restante, el modo de emergencia ha tenido al S5 funcionando (en espera) durante día y medio.

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Cámara

A plena luz del día, la cámara de 16 megapíxeles del S5 es excelente. Tiende a mostrar imágenes algo saturadas y con exceso de contraste, pero para fotos con un smartphone es aceptable. En fotos de exterior, el S5 barre al HTC One M8. Para fotos con poca luz la historia es diferente. Es de hecho el principal defecto de la cámara del S5: demasiado ruido y escaso detalle en fotos con poca luz.

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Dicho esto, podemos decir sin temor a equivocarnos que se trata de la mejor cámara que Samsung ha integrado en un smartphone. Promete una rapidez de solo 0,3 segundos en autofoco y la consigue, es tan rápido como el HTC One M8, que presume de la misma velocidad. También es capaz de mostrar el efecto HDR en tiempo real, es decir, no tendrás que adivinar cómo se verá la foto con HDR una vez hecha, la ves en el mismo momento, y puedes activar o desactivar el HDR con un solo gesto. Muy cómodo.

Debajo te mostramos una selección de imágenes comparando fotos del Galaxy S5 con el HTC One M8.

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Samsung Galaxy S5

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HTC One M8:

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Samsung Galaxy S5: en esta imagen probamos a utilizar la función de desenfoque de Samsung sobre el fondo pero, como puedes ver, hay una parte (la de la izquierda de la imagen, al fondo), que no desenfoca del todo. Similares problemas a los del HTC One M8.

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HTC One M8:

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Samsung Galaxy S5

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HTC One M8:

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Samsung Galaxy S5

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HTC One M8:

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Samsung Galaxy S5

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HTC One M8:

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Foto con poca luz: Galaxy S5, (izquierda), con bastante ruido y escaso nivel de detalle, vs HTC One M8 (derecha), imagen mucho más nítida

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El S5 no es el primer teléfono en grabar vídeo en HDR, HTC y Sony ya llegaron antes. Sin embargo, el resultado hasta ahora había sido terrible. El S5 sí es el primer smartphone que hemos probado capaz de grabar vídeo en HDR con calidad más que aceptable. De hecho, realmente buena. Debajo puedes ver un vídeo para comprobarlo, primero sin HDR, luego con HDR y al final comparados:

También podrás grabar vídeo en 4K a 30fps, 1080p a 60fps o 720p a 120 e incluso 240 fps (aunque en este último caso la calidad de la imagen cae considerablemente).

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La aplicación de la cámara (imagen debajo), pese al ingente número de opciones que presenta, es intuitiva, aunque podría mejorar. Si no quieres perderte en las diferentes opciones, la app es fácil y sencilla de utilizar, pero si quieres bajar al detalle, a los controles y menús para conseguir decenas de efectos, también lo puedes hacer.

El S5 tiene algunos efectos similares al HTC One M8, como la posibilidad de desenfocar el primer plano o el fondo de una imagen una vez tomada. En general, funciona un poco mejor que en el M8, y las imágenes son algo más nítidas porque el sensor y la tecnología de la cámara es mejor, pero también da errores como ves en la comparativa de arriba. Además es más lento que en el HTC One M8 a la hora de procesar y mostrar el efecto.

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Algunos de los efectos que debutaron en el Galaxy S4 se agrupan ahora en el modo "Shoot & More". Este incluye la posibilidad de disparar ráfagas de fotos y luego escoger de forma automática la que ha quedado mejor en general, la mejor cara, puedes quitar objetos en movimiento de la escena, añadir dramatismo... Con el S4 tenías que seleccionar la opción antes de hacer la foto, ahora las tienes todas por defecto para escoger, lo que es más cómodo. Lo malo es que, dependiendo de cómo sea la foto, habrá algunas opciones que no estén disponibles dentro de la galería de imágenes (la cuál, por cierto, es demasiado lenta).

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En resumen, es una cámara que escogeríamos por encima de la del HTC One M8 o la del Nexus 5, pero no sobre la del Nokia Lumia 1020.

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Nos gusta

La duración de la batería es fantástica. La simplificación del software es sin duda una gran mejora. La pantalla es sobresaliente. Y el diseño, pese a no ser ni de lejos igual de atractivo que otros smartphones de gama alta, es funcional. La cubierta trasera y sus famosos agujeros hacen difícil que te resbale de las manos. Y la resistencia al agua (IP67) es algo que debería ser casi obligatorio en todos los móviles.

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La cámara produce fotos espectaculares (siempre y cuando haya suficiente luz) y es la que mejor vídeo HDR graba. La conexión WiFi (MIMO) y 4G iban realmente rápidas y la potencia y rendimiento es más que suficiente incluso para entretenerte con juegos de gráficos complejos.

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No nos gusta

El software del S5 ha mejorado, pero sigue bastante por detrás de HTC en términos de facilidad de uso, y a años luz de cualquier Motorola con Android puro. Hay demasiado retraso en la mayoría de funciones (especialmente en la galería de fotos o en apps como S Health), algo imperdonable con un procesador tan potente como el que tiene. El escáner de huellas es más molesto que útil (sobre todo sabiendo que es fácilmente hackeable) y el pulsómetro en la parte trasera es ese tipo de funciones que enseñas una vez para presumir y no vuelves a utilizar.

Otros dos puntos molestos: la cámara es bastante pobre en escenas con poca luz y los altavoces dejan bastante que desear.

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¿Merece la pena comprarlo?

La respuesta depende de lo importante que sea para ti la batería y la calidad de la cámara. Si te importa mucho (como a la gran mayoría de la gente), entonces la respuesta es un sí rotundo. La cámara es mucho mejor que la del Galaxy S4 y mejor que la del HTC One M8, al igual que la duración de la batería. Una vez decidido eso, tendrás que poner en la balanza si merece la pena pelearte con el software de Samsung. Si hasta ahora te gustaba TouchWiz, decidido, el Galaxy S5 es para ti. Esta nueva versión de TouchWiz es con diferencia la mejor.

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Hay otra opción si eres un poco más aventurero: rootear el móvil e instalar una versión limpia y pura de Android. De momento no hay confirmación de que vaya a haber una versión oficial del S5 con stock Android, pero no nos sorprendería verla pronto. De hecho podrías instalar una ROM desde cero manteniendo la app de fotografía del S5 (con los trucos de HDR en vídeo, desenfoque y demás), lo cuál es estupendo.

Si no te atreves, el S5, tal y como viene en la caja, es un smartphone con una pantalla excelente, una gran cámara, un procesador que vuela y una batería que a muchos le gustaría tener. No es muy sexy en diseño, pero otros aspectos compensan ese fallo. Teniendo en cuenta que ya lo puedes comprar por 599 euros o 200 dólares en EE.UU. (con contrato de dos años), y que el precio bajará significativamente en dos o tres meses, el S5 es un firme candidato para ser uno de los móviles más vendidos del 2014.

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Especificaciones

• Sistema operativo: Android 4.4.2 con TouchWiz
• Procesador: Snapdragon 801 de cuatro núcleos a 2,5 GHz
• Pantalla: 5,1 pulgadas, resolución 1920 x 1080 Super AMOLED (432 ppp)
• RAM: 2 GB
• Almacenamiento: 16 o 32 GB + micro SD hasta 128 GB
• Cámara: 16 MP la principal (trasera) / 2 MP la frontal
• Batería: 2.800 mAh
• Tamaño: 142 x 72,5 x 8,1 milímetros
• Peso: 145 gramos
• Precio: Desde 599 euros / $200 con dos años de contrato en EE.UU.

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